Por Juan Carlos Lozano
Director general y socio fundador de Creatividad
Twitter: @jlozano_creati

Quiero empezar esta columna definiendo que el juego es una actividad natural, libre y espontánea de los seres humanos; actúa como un equilibrio en cualquier edad porque tiene un carácter universal. Cada vez existen más estudios que demuestran que el juego contribuye a estimular la expresión, la creatividad, la interacción y el aprendizaje de niños, jóvenes y adultos.

Al igual que sucede en un salón de clases, en los eventos corporativos los juegos tienen la capacidad de transformar el ambiente, brindando beneficios a las marcas, a los organizadores, a los conferencistas y al público asistente.

Las experiencias lúdico-vivenciales nos ayudan a que el tiempo se pase entre risas y de manera agradable. Tras mis más de 25 años de experiencia como organizador de eventos, he comprobado que los juegos inspiran a los participantes a pensar, a crear y a recrear gracias a actividades que contribuyen al desarrollo de la atención y la escucha activa, al seguimiento de instrucciones y al compromiso para cumplir reglas para así comprender en la vivencia y convivencia, en la acción y corrección.

Es una realidad que las experiencias lúdico-vivenciales, conocidas en inglés como Gamification, generan mayor relacionamiento entre los asistentes del evento. Estoy seguro de que coincidirán conmigo en que aquellas conferencias que duran dos horas y que solamente tienen como apoyo una proyección sencilla de Power Point resultan ya aburridas y un tanto obsoletas. Hoy los asistentes quieren participar, dar su opinión, escuchar a los demás. Sin duda, las dinámicas interactivas logran captar de manera más efectiva la atención de la audiencia.

Bajo este esquema, el reto para los organizadores de eventos es transmitir de una manera más original y efectiva los mensajes clave para elevar el nivel de recordación. Por supuesto, se requiere de creatividad para elegir o crear el juego, dinámica o actividad adecuada. Estas experiencias se pueden realizar con el apoyo de la tecnología y también sin ella; existen actividades sencillas y de bajo costo.

Hablando de experiencias digitales, Stephan Doutriaux, fundador de Poker GS Company, afirma que “la tecnología tiene la capacidad de brindar mejor
relacionamiento en los eventos, más networking, más interacciones, mejores mediciones y generaciones de leads; permite que los organizadores se queden en contacto con los asistentes y de esta manera le dan una vida más larga a los eventos”.

Puedes adaptar en un evento juegos de mesa o inclusive de programas de televisión, por ejemplo: “100 mexicanos dijeron” adaptarlo a “100 directores de sistemas dijeron”. El punto es crear conceptos alrededor de una marca.

Es fundamental analizar el perfil del asistente para tomar la decisión de integrar o no juegos al evento; si es un grupo muy grande, la logística puede llegar a ser complicada y tendrás que ser muy creativo y sumamente cuidadoso con los detalles.

Más allá de que los juegos sean análogos o digitales, lo importante es que las personas se diviertan y se sientan bien. La tecnología no garantiza diversión; una buena experiencia depende más del concepto y de la ejecución que del recurso per se.

Es una realidad que las actividades lúdico-vivenciales funcionan también para resaltar la importancia de la integración y del trabajo en equipo. En este caso, las actividades de retos y habilidades funcionan muy bien.

Ciertamente, no hay una regla exacta del momento preciso para integrar el juego en un evento corporativo. Puede ser al inicio, en la etapa que los meeting planners conocemos como eye catcher o a la mitad del evento cuando es necesario un descanso o una distracción que retome la atención del público. Se vale también que el conferencista integre una dinámica a su ponencia; inclusive, puede coordinarse una dinámica al final del evento para que los asistentes salgan emocionados y motivados.

En las dinámicas de grupo durante las convenciones, es esencial que las personas se diviertan y aquí puedo citar el ejemplo de las famosas “mini olimpiadas” donde se forman equipos entre los asistentes, pero en este caso el reto es lograr que los juegos sean creativos y originales y no solamente se limiten a jugar futbol.

Es tan grande la demanda que actualmente existen empresas especializadas en organizar juegos para grupos de convenciones. Principalmente en las playas mexicanas encuentras una gran variedad de proveedores que verdaderamente saben del tema y pueden dar un valor agregado a tu evento.

Para finalizar, quiero resaltar que el juego es una herramienta poderosa para el aprendizaje y si bien existen innumerables estudios que avalan que contribuye al desarrollo cognitivo, psicomotriz, moral y social de los niños, no cabe duda de que los adultos también nos podemos ver sumamente beneficiados, ya que como seres humanos tenemos una necesidad atemporal de seguir aprendiendo y, mejor aún, ¡de divertirnos!

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