Por Manolo Atala
Director general de Cornershop
Twitter: @CornershopMX
Octubre de 2015 es un mes de suma importancia para los que nos gusta el cine, las grandes producciones cinematográficas y, sobre todo, los últimos avances tecnológicos. El 21 de octubre es precisamente cuando Marty McFly -personaje principal de la saga de «Volver al Futuro»- viaja por primera vez al futuro, fecha que quedó plasmada en nuestros cerebros cuando éramos unos niños hace unas cuantas décadas (80’s).
Desde el momento en que vi esa escena me pregunté: «¿Qué estaré haciendo yo el 21 de octubre de 2015? ¿Cuáles serán los avances tecnológicos? ¿Cuáles profecías de la película serán una realidad?». Por fin llegó ese día en mi agenda. Siendo muy honesto, estaré trabajando y con algunas reuniones durante mi día, nada tan emocionante como viajar en una patineta que flota o poniéndome unos tenis que se amarran solos como los de Marty.
Lo que sí puedo decir que es muchísimo mejor de lo que Robert Zemeckis y todo el crew de escritores de «Volver al Futuro» pudieron imaginar entre 1985, 1989 y 1990 -fechas en las que se lanzaron las tres películas- es la tecnología que existe hoy en día. Si bien no tenemos un DeLorean que viaja en el tiempo, tenemos una marca automotriz con la mejor tecnología que será probablemente el primer Self-Driving Car comercial que exista e, incluso, ya se están haciendo algunas pruebas de autos voladores. Tampoco tenemos pizzas diminutas que al meterlas al horno se conviertan en una pizza familiar, pero sí podemos pedir el súper a domicilio o a donde queramos desde la palma de nuestra mano con un dispositivo móvil.
Lo que tenemos en la actualidad, hablando de la tecnología con la que convivimos e interactuamos regularmente, es sumamente superior a la fantasía de aquellas décadas. Hoy gestionamos una parte importante de nuestras vidas desde la punta de nuestros dedos, interactuando con distintas pantallas que nos permiten ser más eficientes en nuestros trabajos, hablar con nuestros seres queridos o tener reuniones laborales eliminando las distancias, transportarnos en la ciudad, pagar nuestros impuestos, comprar unos buenos tenis (claro, no de los que se amarran solos, por el momento), pedir una pizza, ver una película, relacionarnos con gente que no conocemos, así como pedir el súper y que llegue a tu casa en noventa minutos mediante una aplicación como Cornershop.
Todo esto que comento se puede realizar a través de diferentes aplicaciones. Esos íconos pequeños dentro de nuestras pantallas con los cuales podemos entretenernos nos mantienen informados y facilitan nuestras actividades. Cada día estamos más conectados con el entorno, ya sea por medio de redes sociales, medios informativos, live streaming o cualquier método para interactuar con algo o con alguien. Creo que ese «algo» con lo que estaremos cada vez más conectados es con nuestra propia ciudad, sí, una ciudad digital.
Con el apoyo de la tecnología hemos visto cambios radicales en el funcionamiento de las ciudades y los seguiremos viendo conforme pasen los años. Hoy tenemos una movilidad aún tropezada por la cantidad de autos que existen; cada vez es más complicado salir en las metrópolis o hacer las compras, pero gracias a algunas apps de uso recurrente nuestra rutina se vuelve más agradable y podemos dedicar más tiempo a lo que nos gusta.
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