Ciudad de México.- Una de las herramientas de marketing digital más recurridas por las marcas es el email marketing, pues creen que es una buena idea aprovechar la base de usuarios que tienen para enviar de manera masiva correos electrónicos donde vendan algún producto, inviten a la audiencia a algún evento, otorguen alguna promoción o muestren algún tipo de publicidad, lo que les ayudará a generar más ventas o llevar tráfico a su página web.

Sin embargo, muchas veces el envío de email blasts llega a ser molesto para el usuario, sobre todo cuando éste nunca aceptó recibir dichos mensajes o no son de su interés, ocasionando que borre el correo, lo marque como spam y bloquee al remitente, echando nuestra estrategia de email marketing (literalmente) a la basura.

Para evitar esto, recopilamos cinco pasos básicos que ayudarán a diseñar una campaña de email marketing efectiva que esté lejos de ser considerada “basura”:

1. Estudiar a la competencia. Hacer benchmarking es fundamental para saber cómo utilizan nuestros competidores el email marketing. Suscríbete a los newsletters de tu competencia para analizar qué contenido envían, con qué frecuencia lo hacen, la manera en que redactan, los colores que usan, si sus titulares son atractivos, si las llamadas a la acción son convincentes, etcétera. Toma nota de lo que funciona y de lo que se puede mejorar. La idea no es copiarles sino que te sirva de guía e inspire a crear una propuesta mucho mejor o única.

2. Definir objetivos y el tipo de contenido que te ayudará a lograrlos. Tener claro el objetivo que se quiere alcanzar a través del email marketing ayudará a establecer qué contenido con valor agregado se puede enviar a los usuarios para lograr que éstos abran el correo y se muestren interesados.

Los objetivos pueden ir desde vender, incrementar el número de suscriptores, aumentar el tráfico al sitio web, generar fidelidad en los clientes o publicitar a la empresa. Con base en ello, hay que pensar en contenido relevante que despierte interés en los usuarios y los invite a actuar. Por ejemplo, si lo que quieres es vender un producto específico, podrías enviar ofertas exclusivas, un banner promocional, noticias o un review del producto, fotos o videos de los beneficios del producto, testimoniales de personas que ya probaron el producto o podrías ser más creativo invitando a los suscriptores a solicitar una prueba del producto o lanzando un concurso donde regales algunas muestras.

3. Definir frecuencia de envío. La clave para determinar cada cuándo enviaremos un email blast es encontrar ese equilibrio entre no saturar de correos la bandeja de entrada de los usuarios y no dejar que pase mucho tiempo en enviar un correo orillándonos al olvido. Algunos expertos recomiendan enviar un correo a la semana, aunque también podrías hacerlo una vez al mes, lo que te permitirá generar contenido de mejor calidad. En cuanto a los días, se sugiere hacer envíos los martes y los miércoles, preferentemente entre la mañana y el mediodía.

4. Segmentar la base de usuarios. Muchos piensan que entre más destinatarios reciban los correos es mucho mejor, ya que alguno tendrá que abrirlo. Pero esto sólo hace que el correo, en vez de llegar a la persona adecuada, llegue a gente que no conoce nuestra empresa y no tiene ningún interés en hacerlo.

No se te ocurra comprar alguna base de datos de emails, ya que además de ser un delito que se paga con sanciones y multas, podrías poner en riesgo tu reputación online al ser clasificado de spammer. Construye tu propia base de clientes a través del llenado de formularios de suscripción, estableciendo contacto con ellos en eventos o haciendo uso de tus redes sociales. Segmenta según el sexo, edad, lugar de residencia, perfil profesional, etcétera. Recuerda que debes tener el consentimiento de los usuarios de recibir tus emails.

5. Medir los resultados. Una vez que la estrategia se puso en marcha, es importante medir su impacto, para lo cual existen distintas herramientas de email marketing que arrojan datos sobre cuántos usuarios abrieron el correo, cuántos lo eliminaron, cuántos se dieron de baja, la tasa de rebote, los bounced mails (aquellos que no pudieron ser entregados) y otros datos que servirán para mejorar algunos aspectos y planificar nuevas campañas mucho más efectivas.

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