Ciudad de México.- La migración de una economía manufacturera hacia una economía del conocimiento es un tema que se ha planteado desde hace una década en nuestro país; sin embargo, tomó vital importancia a raíz de la llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos y su postura de renegociar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).

México no está preparado para enfrentar esta situación debido a que depende directamente de la producción manufacturera e invierte muy poco en educación y desarrollo de tecnología, por lo que académicos, empresarios y emprendedores se han pronunciado por el involucramiento de todos los sectores productivos del país para apostar por la innovación tecnológica y la generación de nuevo conocimiento.

“Cambiar el enfoque del mundo físico y de la manufactura, que fue importante durante cuarenta años, es imperativo. Ese mundo nos permitiría tener una población con ingresos promedio de ocho mil a diez mil dólares anuales de ingresos. En el futuro no habrá ningún país que pueda sostener su economía sólo en la manufactura”, mencionó Salvador Alva, presidente del Tecnológico de Monterrey, ante académicos de la institución a principios de este año.

Actualmente, ya hay empresas mexicanas que han entendido el cambio de paradigma económico y están apostando por dar un giro a su producción para solventar necesidades que existen en el mercado de los servicios y/o crear nuevos productos, como es el caso de Master Electrónicos.

Esta compañía, que inició operaciones hace treinta años como una comercializadora de productos importados, ha evolucionado a diseñar sus propios electrónicos tras conocer las necesidades del mercado mexicano. Asimismo, ha identificado la importancia de patentar sus creaciones, por lo que en febrero de este año inició la venta de su primer producto con patente en trámite: el sistema de audio 4.1 Pro.

“La historia de Master Electrónicos está ligada a las necesidades del consumidor mexicano y un área en la que hemos sido particularmente exitosos es en los equipos de sonido. Para el Bafle 4.1 Pro mantuvimos el concepto de los bafles diseñados en todo el mundo, pero generamos una experiencia única de sonido al agregar dos tweeters, con lo que superamos el sonido grave que caracteriza al resto y nos permite tener un rango de sonido más amplio y definido”, explicó José Luis Becerra, director ejecutivo de la firma.

Sobre la obtención de la patente, señaló que “es un proceso transparente, aunque bastante laborioso, pero nos parece importante contar con la protección de las autoridades y que se sepa que en México estamos innovando”.

Al cierre de 2015, el Instituto Mexicano de Propiedad Industrial (IMPI) registró una marca histórica en el número de solicitudes de registro de patentes y marcas, con un total de 141 mil 839 expedientes recibidos. Sin embargo, de acuerdo con el Estudio sobre patentes de residentes mexicanos: casos de éxito desde la perspectiva de la innovación, desarrollado por la doctora Gabriela Millán Quintero, investigadora del Instituto Politécnico Nacional (IPN), sólo el 3 por ciento de las patentes otorgadas en México son de residentes mexicanos, por lo que aún existe un amplio camino por recorrer en la materia.

Para Adolfo Loera, director general de Biometría Aplicada, México está en momento crucial para migrar de una economía basada en la manufactura a una que fomente el desarrollo de la nanotecnología, el internet de las cosas, ciberseguridad y análisis de datos, que serán la base de las economías en el futuro.

Aunque del 2012 al 2015 el Gasto en Investigación y Desarrollo Experimental (GIDE) pasó del 0.43 al 0.57 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) nacional, según datos del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), diversos estudios señalan que para que este sector tenga un impacto significativo en la economía mexicana la inversión debe ser de al menos 1 por ciento.

“La elección de Trump es una clara muestra de que México no puede y no debe seguir construyendo su realidad basándose en la de otros países, y está obligado a potencializar las capacidades de nuestra gente”, afirmó el empresario.

Biometría Aplicada es una empresa mexicana especializada en el desarrollo, implementación y gestión de soluciones biométricas que permiten la validación de la identidad. Uno de los sectores donde ha tenido un mayor desarrollo es el financiero, donde ha trabajado para bancos como HSBC, Inbursa, Banorte y Banco Azteca en la implementación de tecnología de reconocimiento de identidad, y con administradoras de fondos para el retiro (Afores) como MetLife, Sura, Invercap, Banamex y Pensionissste en la creación de expedientes electrónicos.

En su estudio Los Emprendedores de TIC en México: Recomendaciones de política pública para su nacimiento, crecimiento y consolidación, el Instituto Mexicano de la Competitividad (Imco) sugiere que en México se debe apostar por el impulso al emprendimiento. “En los años 80 México y Corea del Sur tenían un PIB per cápita similar. Sin embargo, Corea basó gran parte de su crecimiento en la innovación, resultando en un PIB per cápita casi del doble del de México”, revela el estudio.

La investigación también destaca que el país se ha rezagado en materia de tecnologías de la información y la comunicación (TIC). Mientras que en México las patentes en este sector representan el 11.8 por ciento del total, en algunos países como Corea del Sur representan el 40 por ciento. Además, mientras que en nuestro país se crean 0.87 empresas por cada mil personas en la fuerza laboral, en Chile y Brasil se crean un promedio de 4.13 y 2.38, respectivamente.

“Es elemental que las empresas apuesten por el diseño y la innovación porque sabemos que hacia allá va el futuro. En México existe la suficiente creatividad como para crear productos y servicios tecnológicos propios que enriquezcan las experiencias y la vida de la gente”, concluyeron los directivos.

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