madres trabajadoras

México, D.F.- Hoy día, cada vez más mujeres profesionistas optan por el home office como una opción ideal para la conciliación entre vida laboral y familiar. Pero esto sólo puede funcionar para las personas altamente organizadas, por lo que las empresas que deseen ofrecer esta prestación a las madres trabajadoras deben apostar por formarlas adecuadamente frente a este cambio de forma de trabajo.

De acuerdo con el Instituto Nacional de las Mujeres, en México hay treinta millones de madres, de las cuales el 35 por ciento trabaja en el sector informal, mientras que el 34.1 por ciento lo hace en empresas y negocios formales; además, el 97.7 por ciento de las mujeres con hijos combina sus actividades económicas con los quehaceres domésticos.

Muchas madres mexicanas trabajadoras consideran el home office como una de las prestaciones laborales más atractivas que puede ofrecer una compañía, ya que les permite estar más tiempo cerca de sus hijos sin tener que renunciar a su carrera. Lo complicado reside en saber diferenciar el tiempo laboral del hogareño cuando la oficina y la casa comparten el mismo espacio.

Sobre esto María Luz García, directora de ADAMS Capacitación, indica que trabajar desde casa necesita mayor preparación, compromiso y responsabilidad. Para que funcione, es fundamental que la empresa apueste por capacitación a sus trabajadores en las siguientes habilidades interpersonales y directivas:

1. Dirección por objetivos y administración del desempeño. Cuando la mamá trabajadora tiene claros los objetivos a conseguir, aprenderá a administrar su tiempo de trabajo y esfuerzo con base en conseguirlos y no en cumplir un horario estricto pero sin metas claras.

2. Organización y planificación del trabajo. Cuando el trabajador sabe organizarse y planear adecuadamente la carga de trabajo, no hay peligro porque no se desplace a una oficina tradicional y cumpla un horario al uso. Se autoimpondrá horarios de trabajo en casa y sabrá administrar mejor sus tiempos.

3. Comunicación efectiva y trabajo en equipo. A menudo, la principal objeción que ponen las empresas al home office es que «se pierde la comunicación entre los empleados y ya no se puede trabajar en equipo». Sin embargo, una organización previsora sabe que se puede capacitar a los trabajadores en estas habilidades, haciendo de todos un equipo bien engranado y en constante comunicación, aún en la distancia, gracias a las nuevas tecnologías.

La flexibilidad que ofrece un esquema como el home office permite a muchas mujeres seguir trabajando cuando están en una etapa avanzada de su embarazo, acaban de tener un bebé o tienen niños pequeños que se enferman con facilidad. El truco está en que sus empresas no las dejen solas sin formarlas en hacer el cambio de chip de ‘mamá’ a ‘trabajadora’ sin salir de casa.

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