Ciudad de México.- Contar con un seguro para protegernos ante cualquier imprevisto es fundamental en estos días, pero no solo se debe pensar en la protección de uno mismo o de nuestro patrimonio, también es importante estar protegidos cuando causamos daños a la salud o a los bienes de un tercero. En este caso, un seguro de responsabilidad civil nos ayudará a afrontar los gastos.
El seguro de responsabilidad civil es un instrumento diseñado para cubrir los daños personales (lesiones, muerte o menoscabo a la salud) y materiales (deterioro o destrucción de bienes) de terceras personas causados por nuestra culpa o negligencia.
Por ejemplo, si nos vemos envueltos en un accidente vehicular del que fuimos civilmente responsables, esta póliza de seguro cubrirá los gastos médicos de los pasajeros afectados del otro vehículo y los daños provocados al mismo, postes o edificios, gastos legales que se pudieran suscitar, e incluso el pago de la indemnización a la familia en caso de que alguna persona fallezca. De acuerdo con la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), el monto puede oscilar entre 310 mil y casi 5 millones de pesos.
Por lo anterior, tener un seguro de responsabilidad civil es realmente útil, ya que se trata de un respaldo económico que le evitará al asegurado afectaciones en sus finanzas personales o que ponga en riesgo su propio patrimonio al tener que solventar todos esos gastos.
Tipos de seguros de responsabilidad civil
Existen varias situaciones cotidianas en las que la responsabilidad civil puede recaer en una persona, tales como accidentes de tráfico, fugas de agua que afectan a los vecinos, daños ocasionados por menores, daños ocasionados por animales de compañía, mala praxis de profesionales, accidentes laborales de clientes o proveedores si eres dueño de una empresa, daños que puedan sufrir los pasajeros durante su traslado y hasta un seguro que te proteja en el exterior en caso de sufrir un accidente estando de viaje.
Para cada uno de estos escenarios se contrata un seguro de responsabilidad civil particular. Los más comunes son:
· Vehicular: Brinda protección al asegurado por daños y perjuicios a terceros ocasionados por un accidente de tránsito.
· Profesional: Protege a personas autónomas o empresas que ofrecen servicios profesionales ante daños ocasionados en el desempeño de su actividad profesional.
· Patronal: Cubre la responsabilidad del empresario o empresa ante lesiones o secuelas que pudieran sufrir los trabajadores como consecuencia de un accidente en el lugar de trabajo.
· Inmobiliaria: Permite al propietario de un inmueble, edificio o terreno cubrir los daños ocasionados a las viviendas colindantes.
· Médico-sanitario: Ampara a personal médico y centros de salud ante acciones, errores u omisiones que generen daños a un paciente.
· Por contaminación medioambiental: Ampara a los contratistas ante daños o pérdidas causadas por la liberación, dispersión o filtración de una condición contaminante como irritantes gaseosos o térmicos, ácidos, alcaloides, químicos, materiales peligrosos, materiales de residuos, etc.
¿Qué desventajas tiene el seguro de responsabilidad civil?
El seguro de responsabilidad civil representa un gran apoyo económico al absorber los gastos de las terceras personas afectadas. Sin embargo, debes estar consciente de que se trata de un paquete básico que no cubre los daños que sufra tu vehículo, tu casa o tu empresa, por lo que éstos deberán correr por tu cuenta. Tampoco te protege de responsabilidades penales que se llegaran a aplicar.
También es importante que sepas que este tipo de seguro pierde su validez cuando el asegurado haya actuado dolosamente. Las causas de los daños pueden ser: estar bajo la influencia de narcóticos o alcohol, con motivos de guerra, revolución, motín, huelga o alboroto popular, o que haya ocasionado el accidente fuera del territorio nacional o a propósito.
Al contratar un seguro de responsabilidad civil, se te recomienda que revises cuál es el monto máximo que ampara la póliza y, de ser posible, solicites con tu agente de seguros un incremento de la suma asegurada o que se ajuste la prima del excedente de responsabilidad civil.
Si te proteges adecuadamente evitarás dolores de cabeza cuando te enfrentes a situaciones adversas donde tengas que pagar daños a terceros.
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