Por Patricia Ornelas
Twitter: @PatyOrnelasV
Me encantó ver que la industria cinematográfica nacional sigue creciendo y fortaleciéndose de manera importante. Y es que, según el Anuario Estadístico de Imcine 2017, los mexicanos gastamos en 2016 31 mil 660 millones de pesos en boletos de cine, mientras que en libros 16 mil 351 millones de pesos y en conciertos 2 mil 447 millones de pesos. Claramente hay una preferencia por el cine, seguro derivado de que este entretenimiento es el más barato, aunque haya personas que todavía no lo creen.
Asimismo, en el mismo año el cine generó 28 mil 434 puestos de trabajo, que se pueden comparar con los que produjo la industria básica del acero que fueron 29 mil 526. Los empleos directos subieron 7.8 por ciento con respecto a 2015 y los indirectos también lo hicieron en un 4.7 por ciento. Se puede decir que en 2016, de cada cien puestos de trabajo, 68 fueron dependientes y los 32 restantes fueron outsourcing.
De acuerdo con el Inegi, en 2016 la industria pagó mil 677 millones de pesos a los empleados, 9 por ciento de todo el PIB que genera esta actividad productiva. Un dato que llama mi atención es que los que más pagan impuestos son los exhibidores de películas y los establecimientos dedicados la fabricación de películas cinematográficas (formato de disco óptico). En total, en 2016 la industria aportó al gobierno por concepto de IVA 3 mil 777 millones de pesos, mientras que en 2015 fueron 3 mil 234 millones de pesos.
Respecto al PIB que generó la industria, hubo un aumento de 15.1 por ciento con respecto al año anterior, con un incremento promedio anual entre 2008 y 2016 de 6.5 por ciento, muy superior al del sector cultural e incluso al PIB nacional, cuyo crecimiento es de 2.0 por ciento anual promedio. Es decir, el cine es cinco veces más dinámico que la economía de México en su conjunto.
La industria se mueve bien, aunque obviamente hay retos que resolver sobre todo en la generación de guiones que sean satisfactorios en la parte artística y exitosos en la parte comercial. Un tema que sigue causando controversia, sin duda.
¿Qué ver en el cine esta semana?
Todo Mal
Y sí, es el título de otra comedia de manufactura nacional que se augura tenga una buena taquilla siempre y cuando logre conectar con sus audiencias.
Fernando es un diplomático que consigue regresar el penacho de Moctezuma a México, siendo el logro más importante de su carrera, además de que en el ámbito personal está a punto de casarse con Viviana, el amor de su vida. Por el contrario, están sus dos primos, Matías y Dante, que se encuentran “atorados” en sus vidas. Pero la vida les voltea los roles y entonces se vuelve una persecución muy divertida.
Lady Macbeth
Ojo, no tiene nada que ver con el drama de Shakespeare, sino con la poco conocida novela de Nicolai Leskov, Lady Macbeth de Mtsensk de 1865. Es una recién casada mujer del siglo XIX, dejada a su suerte en casa de su esposo al lado de su suegro. Ella, llena de energía, encuentra el gusto por respirar aire puro en aquellos increíble paisajes de la Inglaterra rural.
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