Por João Barbosa
Co-fundador de Gympass

Cuando escuchamos hablar de “salud organizacional”, lo primero que pensamos es en costos médicos. Sin embargo, el bienestar de los colaboradores de una empresa tiene que ver con muchos otros aspectos dentro y fuera de la organización.

Este tema, pese a no ser nuevo, está tomando mucha más fuerza en la actualidad. Compañías de todos tamaños y sectores alrededor del mundo se han dado cuenta de que su éxito depende de su gente más que de otros factores. Si bien la salud en el trabajo se refiere a la promoción y el mantenimiento del bienestar físico, mental y social de todos los colaboradores dentro del entorno laboral, es Recursos Humanos el área responsable de la ejecución de programas de calidad de vida que persigan este objetivo.

Es así como RH enfrenta varios retos relacionados con reducir costos de salud, incrementar la productividad, bajar niveles de ausentismo, fortalecer la atracción y retención de talento, entre otros similares.

En términos de costos de salud y niveles de bienestar, las estadísticas son claras: México tiene la segunda posición en el ranking mundial de obesidad entre adultos, el 17 por ciento de los mexicanos padece diabetes y se calcula que el 75 por ciento de los pacientes que ingresan al hospital en el país tiene enfermedades relacionadas con la obesidad.

Aquí es donde encontramos una oportunidad, ya que está comprobado que aumentar la actividad física de los empleados ayuda a conseguir una fuerza de trabajo más saludable y a reducir el ausentismo en promedio 4.1 días por año.

¿Por qué es éste un tema importante? El ausentismo se traduce en pérdidas, que representan en promedio entre 10 y 22 por ciento de los costos de nómina y afectan negativamente la productividad y competitividad de las empresas. Una de las principales causas de este fenómeno son los problemas de salud, especialmente porque las personas tienen vidas sedentarias, se alimentan mal y tienen altos niveles de estrés.

Las organizaciones requieren implementar programas de calidad de vida que generen beneficios en la salud de sus empleados y, a la vez, fortalezcan su compromiso con la organización.

Adicionalmente, con este tipo de programas se logra conquistar al empleado. Cuando el colaborador recibe apoyo de la empresa para realizar una actividad en beneficio de su bienestar, se siente valorado por su compañía, se identifica y compromete más con ella. Así, la organización se vuelve más atractiva para conseguir talento valioso y retener al que ya tiene.

Está demostrado que los programas de calidad de vida generan un incremento de hasta 86 por ciento en términos de compromiso y un promedio de 76 por ciento de productividad en los colaboradores. Ese debería ser motivo suficiente para empezar a implementarlos.

Hoy en día, cerca del 69 por ciento de las empresas multinacionales tiene una estrategia de salud y bienestar, aunque en México esta cifra aún está muy por debajo de la media europea o americana.

La pregunta que se hacen muchos responsables de RH es: ¿Cómo iniciar un programa de este tipo en mi empresa? Algunas sugerencias que han mostrado su eficacia son: grupos de enfoque con líderes de RH, entrevistas directas con empleados, encuestas para detectar principales intereses de la plantilla y una evaluación médica para identificar factores de riesgo y porcentaje de población con padecimientos como obesidad, diabetes, hipertensión, etcétera.

Conseguir que los colaboradores mejoren su calidad de vida es un trabajo permanente que se puede iniciar con pequeñas acciones: organizar caminatas, competencias deportivas en equipo, fomentar hábitos saludables, informar sobre nutrición, entre muchas otras.

Es importante que las empresas comprendan que un programa de calidad de vida no es un gasto, sino una inversión que generará, además de una disminución de ausentismo y rotación de personal, un incremento paulatino pero relevante en términos de productividad, compromiso, sentido de pertenencia y satisfacción de los colaboradores.

Es a través de la medición de estos indicadores que el departamento de Recursos Humanos puede -y debe- justificar ante el área financiera y la alta dirección la relevancia de asignar un presupuesto a programas de bienestar laboral y de salud corporativa con el fin de mejorar la calidad de vida de los empleados, impactando así a los resultados positivos de la corporación.

Y tú, ¿qué estás haciendo para mejorar la salud y calidad de vida de tus empleados?

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