prevenir enfermedades en regreso a clases

Ciudad de México.- Cuando los niños regresan a clases después de unas merecidas vacaciones, es común que lleguen a casa nuevos gérmenes. Como mamá o papá, seguramente odias ver a tu hijo enfermo, sin mencionar el riesgo de que tú y el resto de la familia se contagien. Pero, ¿qué tanto puedes hacer para evitar que tu hijo se enferme al volver a clases?

“Enfermarse, hasta cierto punto, es una realidad de ser parte de una comunidad”, explica el Dr. Donald Brown, médico internista del Hospital Houston Methodist. “Muchos gérmenes pueden propagarse de persona a persona y causar enfermedades, pero también hay muchos pasos que podemos tomar para prevenirlo”.

Las enfermedades más comunes que los niños traen de la escuela

Las enfermedades que los niños suelen traer a casa están causadas por microbios infecciosos, generalmente virus, aunque también hay bacterias involucradas. Entre las más comunes que se propagan al volver a clases están:

• Resfriado
• Gastroenteritis viral (también llamada gripe estomacal)
• Conjuntivitis
• Faringitis estreptocócica

Estas enfermedades se transmiten fácilmente de persona a persona, generalmente a través del contacto cercano, por lo que pueden propagarse rápidamente en los salones de clase. Y si tu hijo las lleva a casa, podrían también afectar a tu familia.

“Otras enfermedades que los niños pueden contraer fácilmente en la escuela incluyen la gripe y el COVID-19”, comenta el Dr. Brown. “La temporada de gripe generalmente alcanza su pico en invierno, pero los casos de COVID-19 han estado aumentando últimamente. Los padres deben estar atentos a esto mientras los niños regresan a clases”.

5 formas de prevenir enfermedades al volver a clases

Aunque seamos cuidadosos, las enfermedades son inevitables. Sin embargo, el Dr. Brown sugiere cinco maneras de ayudar a prevenir que tu hijo se enferme en la escuela.

1. Explícale que los gérmenes están en todas partes

El problema con los gérmenes es que, aunque no podemos verlos, están prácticamente en todas partes: en el aire, en las superficies, etc. Es importante explicárselo a tu hijo y recordárselo periódicamente.

También es útil señalarle los lugares donde es más probable que encuentre gérmenes que causan enfermedades, como los baños o superficies y objetos de alto contacto.

Algunas superficies y objetos que suelen estar cargados de gérmenes son:

• Manijas de puertas
• Interruptores de luz
• Inodoros
• Pasamanos
• Mesas y mostradores
• Electrónicos portátiles
• Juguetes compartidos

Esto no significa que tu hijo deba evitar tocar estas cosas, pero es importante que sepa cuándo son más necesarios los pasos de prevención como lavarse las manos.

2. Refuerza los hábitos saludables básicos

Al enviar a tu hijo de vuelta a la escuela, recuérdale los pasos que ayudan a prevenir la propagación de gérmenes como:

Lavarse las manos con regularidad, especialmente antes de comer, después de usar el baño y tras estornudar, toser o sonarse la nariz.

Evitar tocarse la cara o ponerse las manos en los ojos, nariz o boca.

Cubrirse al toser o estornudar, preferentemente con un pañuelo, y desecharlo en un bote de basura.

Evitar el contacto cercano con personas enfermas.

El Dr. Brown destaca que, en particular, es crucial que tu hijo entienda cómo hacer que el lavado de manos sea efectivo para prevenir la propagación de gérmenes. “Hay pasos específicos que deben seguirse: mojar las manos, frotarlas con agua y jabón durante 20 segundos, y luego secarlas completamente. Los errores más comunes, especialmente entre los niños, son no frotarse el tiempo suficiente y no secarse bien las manos”, detalla el especialista.

Si no hay agua y jabón disponibles, se puede usar gel desinfectante con al menos un 60% de alcohol como sustituto.

3. Apoya el sistema inmunológico de tu hijo

Para evitar que se enferme, ayuda a tu hijo a mantener un sistema inmunológico fuerte mediante:

Priorizar alimentos nutritivos: Limita los alimentos ultraprocesados y opta por vegetales, frutas, legumbres, granos integrales, proteínas magras y grasas saludables.

Mantenerse físicamente activo: Los lineamientos actuales sugieren que niños y adolescentes hagan al menos 60 minutos de actividad física al día.

Beber suficiente agua: Considera enviar a tu hijo a la escuela con una botella de agua.

Dormir bien: Conoce cuánto sueño necesita tu hijo y establece un horario de sueño constante, incluso los fines de semana.

Reducir el estrés: Las señales de que tu hijo podría estar estresado incluyen falta de motivación, cansancio físico, irritabilidad y otros cambios de humor poco característicos.

Es importante que los papás sean un modelo a seguir de estos hábitos. “Comer comidas y refrigerios nutritivos, programar tiempo para estar activos en familia y fomentar una comunicación abierta son algunas acciones que pueden realizar para poner el ejemplo de un estilo de vida saludable”, recomienda el Dr. Brown.

4. Mantén al día las vacunas recomendadas

Otro aspecto clave para fortalecer el sistema inmunológico es asegurarte de que tu hijo esté al día con las vacunas que ayudan a prevenir enfermedades. Acude con tu médico de cabecera para que te diga si tu hijo necesita alguna vacuna, evalúe su salud general y resuelva cualquier duda que tengas.

Una pregunta frecuente de los padres en este momento es si sus hijos necesitan un refuerzo de la vacuna contra el COVID-19. “Es una conversación que debes tener con el médico de tu hijo, ya que la respuesta varía según la edad, las vacunas que ya ha recibido y si tiene un sistema inmunológico comprometido. En términos generales, no se recomiendan nuevas vacunas para niños que están al día con sus vacunas contra el COVID-19, pero esto podría cambiar conforme se aprueben nuevos refuerzos”, menciona el experto.

5. Mantén a tu hijo en casa cuando esté enfermo

Por último, prevenir enfermedades también implica saber cuándo tu hijo no debería ir a la escuela. Los síntomas que podrían indicar que tu hijo tiene una enfermedad contagiosa son:

• Fiebre mayor a 38°C o haber tenido fiebre en las últimas 24 horas.
• Malestar general, como fatiga o debilidad inexplicables.
• Vómitos o diarrea.
• Tos excesiva.
• Secreción amarilla o verde en los ojos.

“Ningún padre quiere mantener a su hijo fuera de la escuela innecesariamente, pero las enfermedades comunes que se propagan en las escuelas suelen ser muy contagiosas. Si sospechas que tu hijo está enfermo, es mejor ser precavido, ya que esto puede ayudar a proteger la salud de los maestros y otros estudiantes”, advierte el Dr. Brown.

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