Jurassic World: Renace

Ciudad de México.- Hace 32 años, el estreno de Parque Jurásico no fue solo un evento cinematográfico; fue un fenómeno cultural. Quienes tuvimos la fortuna de vivirlo, recordamos la expectación en las salas THX de la Ciudad de México, donde el rugido del T-Rex y la majestuosidad de los Brachiosaurus se sentían en cada fibra de nuestro ser. Spielberg nos entregó criaturas con un realismo sin precedentes: podíamos sentir sus pasos, vibrar con cada rugido y estremecernos con cada ataque de los Velociraptors o el temible Spinosaurus. Aquel asombro primario sentó un hito inigualable.

El declive de la amenaza prehistórica: De la maravilla al espectáculo cansado

Hoy, tres décadas después y tras la trilogía de Jurassic World, la magia parece haberse desvanecido. Los dinosaurios, que alguna vez fueron una amenaza sublime y creíble, han perdido su impacto. Jurassic World: Renace, dirigida por Gareth Edwards, lamentablemente no logra revertir esta tendencia, al contrario hace una referencia a esto con una frase dentro de la cinta: «Los dinosaurios ya no emocionan a nadie». Lo que antes era asombro puro, ahora se siente como un intento forzado por impactar a una audiencia ya inmune. El otrora imponente Tiranosaurio Rex ha sido relegado a un mero cameo, casi un relleno, un vestigio de su gloria pasada.

Esta nueva película se ve obligada a recurrir a «mutaciones genéticas» y nuevas criaturas híbridas, aún más letales y resistentes a las fallas de ADN normales en la vida real, en un desesperado intento por generar la emoción que los dinosaurios «reales» ya no pueden evocar. Esta estrategia subraya la dificultad de la franquicia para reinventarse sin caer en lo inverosímil, alejándose cada vez más de la base científica que, de algún modo, daba sustento a la fantasía original.

Jurassic World: Renace, las estrellas que buscan rescatar un guion desgastado

El reparto es un claro indicio de esta tendencia: el estudio apela al carisma de grandes estrellas para compensar la falta de novedad en la trama y la credibilidad de sus monstruos. Scarlett Johansson como Zora Bennett, una mercenaria especialista en operaciones encubiertas, y Mahershala Ali como Duncan Kincaid, su enigmático colaborador y amigo, son el principal atractivo. Se unen a ellos Jonathan Bailey como Henry Loomis, el paleontólogo de buen corazón, y Rupert Friend como Martin Krebs, un representante farmacéutico malévolo del cual adivinamos su destino desde el principio de la cinta.

A pesar de sus talentosas actuaciones, el guion no los ayuda. La trama recicla la ya conocida fórmula de una familia de vacaciones que se ve arrastrada a un conflicto moral predecible, un eco lejano y deslucido de las cintas originales. La falta de contexto y desarrollo para la mayoría de los personajes principales y, especialmente, para los innumerables secundarios, genera una desconexión palpable. Sus muertes, a menudo absurdas y carentes de peso emocional, dejan al espectador indiferente, sin un anclaje con lo que ocurre en pantalla.

A pesar de sus fallas, Jurassic World: Renace no está exenta de méritos. Si bien el inicio se percibe algo lento, la segunda mitad de la cinta logra repuntar, entregando momentos de entretenimiento que compensan algunas incoherencias del guion. La producción es impecable, como se esperaría de una franquicia de esta magnitud, y la fotografía de John Mathieson es innegablemente hermosa, capturando paisajes exuberantes y secuencias de acción con maestría.

Scarlett Johansson y Mahershala Ali cumplen con creces, sus actuaciones elevan el material y las secuencias de acción que protagonizan son ejecutadas con profesionalismo. Sin embargo, la pregunta persiste: ¿es suficiente el espectáculo visual y el poder de las estrellas para revivir una saga que parece haber agotado sus ideas más impactantes?

Jurassic World: Renace se siente como un intento ambivalente de equilibrar la nostalgia con la necesidad de innovar, resultando en una experiencia que entretiene a ratos, pero que difícilmente dejará la huella indeleble que su predecesora logró hace más de tres décadas. Si eres un fan acérrimo de la franquicia, la verás por completar la saga; de lo contrario, quizás sea una experiencia más para disfrutar sin grandes expectativas.

¿Crees que la saga de Jurassic Park/World ha perdido su rugido original o aún tiene potencial para sorprendernos?

¿Te quieres enterar de los acontecimientos más recientes de la industria de la mercadotecnia y los negocios? Síguenos en Instagram y TikTok.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí