Por TOTVS
Elegir un socio para tu empresa es una decisión tan importante y compleja como elegir una pareja para el matrimonio. La decisión correcta puede traer muchas alegrías, pero la decisión equivocada puede ser desastrosa.
Un buen socio para tu negocio puede representar más capital, mayor red de contactos, más y mejores ideas, nuevos conocimientos, habilidades operativas y de gestión, entre otras ventajas. El socio equivocado puede crear problemas, conflictos, disputas de poder y divergencias insanables.
Por lo tanto, antes de elegir un socio, es necesario plantearse algunas preguntas importantes para tomar una buena decisión, como son:
1. ¿Qué va a agregar el socio al negocio?
Primera e importantísima cuestión. El nuevo socio puede traer simplemente más dinero o aportar conocimiento para la empresa. La cuestión aquí es evaluar en cuánto tiempo se dará ese retorno y cuál es el tamaño de la participación que él ganará a cambio en el negocio.
2. ¿Cuál es el perfil de ese socio?
Un error muy común es enfocar la búsqueda entre amigos y parientes. Otro es creer que el socio debe seguir el mismo estilo y tener la misma calificación profesional que uno. En el primer caso, porque las personas más cercanas no siempre serán las más calificadas; en el segundo, porque lo ideal es buscar a alguien con un perfil complementario. Si tú eres bueno en la gestión pero mal en las ventas, un socio que es buen vendedor sería más valioso que otro buen gestor que no sabe vender.
3. ¿Cuál es tu nivel de confianza con ese socio?
Comprueba todos los antecedentes legales y de negocios del candidato a socio. Habla con antiguos empleados, socios y clientes. Recuerda que esta persona va a compartir un negocio contigo y a tomar decisiones que interferirán de forma determinante en el futuro de la empresa. Además de ser una cuestión de seguridad, tener confianza en el socio es fundamental para una relación más transparente y productiva.
4. ¿Cuáles son los objetivos del socio?
Es fundamental saber lo que el socio espera de la empresa y si sus objetivos están alineados con los tuyos. No sirve, por ejemplo, que el socio quiera un crecimiento orgánico constante para luego pensar en la expansión mientras lo que tú deseas es expandirse rápidamente para después vender tu parte del negocio dentro de un año y medio. Los objetivos muy lejanos de los demás no podrán ser traducidos en un plan de negocios que satisfaga a los dos asociados.
5. ¿Cuál será el papel de cada socio?
Es necesario saber de antemano cuál será el papel que cada socio desempeñará en la empresa. Saber esto es fundamental para averiguar si el socio tiene el perfil que necesitas y evitar futuros conflictos. Además, una división clara de tareas y de liderazgo es importante para la gestión de los equipos.
6. ¿Cómo se relaciona el socio con divergencias?
Aunque todo haya sido bien planificado y las tareas y atribuciones hayan sido divididas claramente, habrá divergencias y opiniones contrarias en algún momento. Por eso, es importante saber cómo el socio lidia con ese tipo de situaciones para evitar que se convierta en una crisis. También es recomendable que hagas un autoanálisis para saber cómo manejas las diferencias, porque si no sabe manejarlas, colocar a un socio en la empresa tal vez no sea la mejor decisión.
Finalmente, trata de conversar seriamente sobre todos estos temas con el futuro socio. Si uno de los dos no está preparado para hacer o responder estas preguntas, es muy probable que la sociedad no deba ni empezar. Al final, así como un matrimonio, la sociedad en una empresa es para los buenos y los malos tiempos. Y necesita ser lo suficientemente sólido para hacer frente a preguntas y situaciones difíciles.
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