Por Mauricio Sánchez
Director general de Grupo Human
Twitter: @GrupoHuman

Un acelerado ritmo de vida, pesadas cargas de trabajo, extensas jornadas laborales y situaciones cotidianas como tráfico, mal clima y problemas personales repercuten directamente en la salud física y emocional de los individuos. La realidad es que cada vez son más las personas que se enferman a causa de su estilo de vida y una de las principales enfermedades que les afectan y que en gran medida tiene que ver con el trabajo es el estrés laboral.

El estrés laboral es provocado cuando el colaborador siente tensión emocional y física producida por cuestiones relacionadas directamente con la organización. Indudablemente, esta tensión afecta a la persona y su rendimiento profesional.

Este fenómeno es tan común entre los nuevos profesionistas que es mejor conocido como Síndrome de Burnout, refiriéndose al síndrome del quemado o de quemarse por el trabajo. Desgaste profesional o agotamiento ocupacional son algunos nombres que recibe el padecimiento que sufren ciertas personas al experimentar altos niveles de estrés en un medio ambiente laboral.

En años recientes, este síndrome ha recibido una amplia atención, sobre todo en variables como satisfacción en el trabajo, relaciones interpersonales, personalidad, así como la capacidad de enfrentar dificultades cuando hay problemas. En concreto, este síndrome ha sido reconocido como un fenómeno significativo de la era moderna.

Los factores que favorecen el desgaste de un colaborador son múltiples. Pueden ir desde una inadecuada iluminación, mala ventilación, contaminación auditiva, la ubicación física de la empresa, hasta casos de mobbing. Todos estos factores no sólo afectan al colaborador sino también a la empresa, generando mal clima laboral, sobrecarga de trabajo y horarios de trabajo extensos.

Los colaboradores son el motor y el corazón del desarrollo de la empresa, se convierten en el componente con mayor importancia, dotan de vida a la organización y hacen que funcione, pero si las personas se enferman la organización también enfermará. Una persona que sufre estrés laboral muy probablemente contagiará su entorno y afectará a gran parte de los colaboradores; además, el estrés laboral puede provocar baja productividad, accidentes de trabajo, ausentismo, conflictos internos y deserción laboral, sin dejar de lado el daño a la salud del propio colaborador.

¿Cómo podemos identificar si nuestros colaboradores están padeciendo estrés laboral?

Las personas que padecen este mal tienden a estar irritables, ansiosos, nerviosos, se muestran tristes, en una actitud depresiva; a nivel físico, transpiran en exceso, su sudoración es fría en manos, tienen alteraciones en sus ciclos de sueño, problemas musculares principalmente en espalda y cuello, constantes dolores de cabeza y afecciones estomacales.

Una persona con estos síntomas difícilmente podría presentarse a laborar y más aún cumplir con sus objetivos; sin embargo, la realidad es que una gran cantidad de personas acuden a laborar día a día y además de lidiar con su sintomatología tienen que enfrentar las situaciones comunes y el acontecer diario de su empleo, situación que agrava la condición médica, creando un círculo vicioso entre su malestar y las causas que lo provocan.

El primer paso a seguir para que una organización enfrente y solucione el problema de estrés laboral en sus colaboradores es identificar las causas inherentes a la organización por las que los colaboradores se estresan y aunque pueden ser muchas hay que identificarlas, no importa si éstas parecen no ser relevantes. Lo principal en este primer acercamiento es concientizar a los colaboradores y a la misma organización sobre aquellas situaciones estresantes.

Una vez identificadas las causas, se tendrá que actuar en consecuencia, buscar estrategias que favorezcan la reducción de niveles de estrés como la motivación. Si un colaborador se siente motivado por su trabajo o nuevos retos, no caerá en situaciones que lo lleven a sentirse mal. Podría canalizar el estrés causado por factores externos y enfocarse en el nuevo proyecto. El reconocimiento y la capacitación son fundamentales para evitar el estrés laboral; cuando un colaborador conoce sus responsabilidades y sabe perfectamente cómo llevarlas a cabo, no habrá espacio para la incertidumbre y se sentirá tranquilo.

En el tema de jornadas laborales extensas, es importante que el colaborador cumpla con el horario establecido y no lo exceda. En caso de que por la naturaleza de su puesto sea necesario trabajar fuera del horario laboral, su esfuerzo debe ser recompensado, tal vez con entrar más tarde o tener un día libre extra.

Los buenos hábitos pueden ayudar a que el colaborador disminuya sus niveles de estrés. Una campaña interna para fomentar el ejercicio o una alimentación balanceada serán de mucha ayuda para aquellas personas que se sientan mal.

Otras acciones que pueden ayudar a contrarrestar los efectos del estrés laboral son:

Home office: Así las personas reducen costos, tiempo de traslados y evitan enfrentarse a situaciones estresantes como el tráfico, contaminación e inseguridad.

Horarios flexibles: Las personas tienen responsabilidades personales aparte de las laborales; además, tienen derecho a disfrutar de su tiempo libre y emplearlo en lo que deseen. Por ello, tener horarios flexibles les permitirá que realicen el resto de sus actividades sin la preocupación de los pendientes laborales.

Certeza: En épocas de crisis el temor a quedarse sin empleo es un factor importante para generar estrés laboral. Si la organización se muestra transparente con su situación actual y no miente a sus colaboradores, transmitirá certeza y con ello disminuirá el estrés.

Escuchar: En ocasiones, los colaboradores no son escuchados, sienten que sus ideas y quejas son ignoradas. La organización debe realizar una escucha activa y actuar en consecuencia. Si una organización no escucha, difícilmente podrá conocer los problemas que aquejan a sus trabajadores y, por lo tanto, no podrá resolverlos.

Clima laboral: Evaluar el clima de la organización ayudará a saber en qué aspectos los colaboradores se muestran descontentos, cuáles son los principales problemas o situaciones de riesgo que influyen en los niveles de estrés laboral.

Si bien éstas son algunas acciones que pueden ayudar a enfrentar y eliminar el estrés laboral, cada organización tendrá sus particularidades y las estrategias deberán diseñarse en función de ellas para que cumplan con el cometido y sean exitosas.

Existirán situaciones en las que la organización no podrá incidir de forma directa para que el colaborador se sienta menos estresado, sobre todo en temas personales, familiares o que simplemente salen fuera de su alcance; sin embargo, siempre habrá formas en las que se pueda apoyar al colaborador, ya sea con otorgarle un permiso especial, adecuar su horario o promoverlo a otra posición. La clave está en conocer y escuchar sus necesidades.

Una organización sana se ocupa de la salud y bienestar de sus colaboradores para lograr la consecución exitosa de sus objetivos.

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