Por Andrea Bresler
Country lead de Henry en México
Encontrar, contratar y retener talento en tecnología es una batalla que a la fecha supera la mayoría de las estrategias de marca empleadora en México, provocando pérdida de competitividad en las empresas y generando retrasos en el desarrollo de planes de crecimiento. Contradictoriamente, existen miles de personas buscando la oportunidad de acceder a un primer empleo de calidad o de mejorar sus condiciones laborales. Mientras el salario promedio mensual de la fuerza laboral ocupada en México es de 5,600 pesos (Secretaría de Economía, segundo trimestre de 2023), el de una posición junior en tecnología puede partir de 18,000 pesos mensuales.
Tener la posibilidad de triplicar los ingresos como punto de partida es, sin duda, un suceso transformador que moviliza social y económicamente a una familia, pero ¿qué se requiere para dar ese salto? Estudiar Ingeniería de Computación en una universidad pública es una posibilidad para 1 de cada 6 personas y toma casi 5 años en promedio; pagar un bootcamp para adquirir conocimientos prácticos y específicos en el desarrollo de software es muchísimo más breve pero su costo puede superar los 90,000 pesos en México.
El panorama amerita soluciones disruptivas como, por ejemplo, romper el paradigma de que los estudiantes de programación o de data science deben tener experiencia previa en STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas). Esa es la propuesta que, luego de años de aprendizaje y de experiencia en el sector, traen las EdTech, empresas encaminadas a promover la educación utilizando aplicaciones, herramientas o servicios tecnológicos.
Las EdTech permiten a las personas acceder a educación gracias a su modelo de financiamiento
Además de diseñar curricula capaz de formar como desarrollador o como científico de datos a cualquier persona interesada, las EdTech han ideado soluciones para brindar acceso a la educación a través de un modelo de financiamiento que permite invertir en los estudiantes, quienes solo pagan cuando consiguen un empleo en su área, aportando un porcentaje de su sueldo mensual.
Para operar, las EdTech se sustentan en la inversión de capital privado. En 10 años, la inversión mundial en este sector pasó de 500 millones de dólares (2010) a 16 mil 100 millones en 2020. Experimentó un pico en 2021 de 20 mil 100 millones y luego se registró una caída en las inversiones dada la contracción del mercado. Este es uno de los principales desafíos que las EdTech deben encarar: el acceso al capital. Se vuelve un aspecto fundamental por el hecho de que los retornos de inversión son lentos.
Los expertos indican que el sector está tomando un respiro, pues se estima que la tecnología liderará el crecimiento de servicios educacionales por la reducción de costos que implica y por el acceso al aprendizaje que brinda. El mayor crecimiento local se estima que se dará para los siguientes sectores clave: big data, inteligencia artificial, mobile learning y tutoring.
El trabajo que necesitan realizar las EdTech para garantizar una enseñanza eficiente
Para mantener un crecimiento sostenible, estas empresas que están en la intersección entre la educación y la tecnología deben implementar estrategias a largo plazo que incluyan generar una enseñanza eficiente con innovación tecnológica, expandirse a nuevos mercados y diseñar programas educativos que atiendan las necesidades específicas de cada uno de éstos.
El contenido es vital para alcanzar este propósito dado que existen dudas sobre la calidad de la educación. Garantizar que los materiales de aprendizaje digitales mantengan altos estándares es esencial en la prevención de experiencias educativas deficientes. Para hacer frente a este desafío, es necesario implementar mecanismos de control de calidad, realizar actualizaciones de manera constante, llevar a cabo revisiones entre pares, colaborar con empresas empleadoras de talento tech y realizar evaluaciones a cargo de expertos.
América Latina está marcada por una enorme brecha educativa con gran potencial de mercado y México en particular espera encontrar en las startups educativas contenidos de calidad, accesibilidad, pero principalmente que identifiquen puntos álgidos en un mercado enorme que requiere transformación.
Se hace cada vez más necesario que los servicios educativos se adapten a un propósito transformador, inclusivo y relevante, estableciendo conexiones entre las demandas del mercado laboral y la búsqueda de mejores oportunidades de la población.
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