Ciudad de México.- Muchas veces cuando no tenemos acceso a un crédito formal pero sí la necesidad de un crédito, solemos recurrir a las tarjetas de crédito como una manera de solventar nuestros gastos sin tener que pasar por el engorroso trámite del banco que no sólo es tardado sino a veces imposible.

Aunque hoy en día existen muchas opciones para pedir crédito fuera de las instituciones tradicionales como es el caso de los préstamos en efectivo de Monily en México, muchos desconocemos los alcances de estas nuevas plataformas o lo que nos pueden ofrecer.

Las nuevas instituciones financieras proveen préstamos rápidos, sin tanto papeleo, que se pueden tramitar desde internet con diferentes montos y tiempos de pago; algunas hasta ofrecen préstamos personales sin buró de crédito y otras facilidades.

Aún así, es bueno que sepas que las tarjetas de crédito no son la solución para salir de emergencias, ya que muchas veces el mal manejo de las mismas te puede crear más deuda a mediano y largo plazo.

Por eso, te presentamos cinco tips para manejar mejor tu tarjeta y evitar endeudamientos:

1. No sabes a dónde se va tu dinero

Una de las principales razones por las que nos endeudamos es porque no nos dura la quincena. Pasando los primeros cinco días, abrimos la cartera para descubrir que todo se ha esfumado y no sabemos ni en qué. Y entonces pasamos la tarjeta y empieza el círculo vicioso.

Cuando creamos un presupuesto (si no lo tienes, corre ahora a hacerlo) es mucho más fácil imaginar nuestros gastos futuros que cuadrarlos con la realidad. En el día a día, resulta más fácil rastrear tus gastos por uno o varios meses hasta entender exactamente en qué se te va el dinero.

Si gastas más de lo que te entra cada mes, es importante que averigües por qué. Separa tus gastos fijos para saber cuánto te queda y no te metas en préstamos para la casa o para el coche que te son inalcanzables. Hasta que no entiendas a detalle a dónde va a parar tu dinero, no podrás remediar tu situación.

2. Tienes miedo de tomar decisiones difíciles

A veces las decisiones correctas pueden ser más sencillas de planear que realmente llevar a cabo. Puedes saber que tu coche te está saliendo demasiado caro y que es mejor venderlo y comprar uno más barato donde las refacciones y los pagos estén más a tu alcance; sin embargo, emocionalmente puede ser difícil separarte de tu estilo de vida actual para ajustarlo a tus ingresos.

Toma en cuenta que negar esta realidad sólo la va a empeorar. Si no te alcanza, hay de dos sopas: o ganas más o gastas menos, o los dos.

3. No aprovechas los pagos automáticos

Ahorrar y pagar tus deudas pueden parecer actos difíciles, el sólo separarte de tu dinero puede ser complejo y el hecho de dejarlo al final –al estilo «ahorraré lo que me sobre al terminar el mes»– no suele terminar bien.

Automatiza tus ahorros. Apenas te entre el dinero, pide que lo tomen para tu cuenta de ahorros y también para los pagos de tu tarjeta de crédito. Esto evitará que se te pase la fecha de corte.

4. Piensas que el descuento o los puntos que te da una tarjeta de crédito valen la pena

Tienda a la que vas, tienda donde te ofrecen una tarjeta y algún beneficio que la acompaña: descuentos, pagos retrasados o puntos. Pero no te engañes, con la tarjeta vienen gastos, además de la tentación de comprar más de lo que te alcanza.

Evita acumular tarjetas, maneja una y trata de pagarla cada mes.

5. Pides y pides prestado sin resolver tu problema de gasto

Hoy en día, existen muchas herramientas que te ayudan a salir de la deuda y te pueden alivianar momentáneamente con tus deudas de tarjetas de crédito, pero no te confundas, pedir sólo te va a ayudar en la emergencia.

El problema real es la manera en que manejas y gastas tu dinero, así que entre más pronto te enfrentes a tu problema de gasto y busques formas de resolverlo, mejor para tu futuro y tu patrimonio.

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