Por Juan Carlos Lozano
Director general y socio fundador de Creatividad
Twitter: @jlozano_creati
Cuando hablamos de eventos corporativos, el rango de complejidad puede variar según el tipo de evento y, por supuesto, el recinto elegido con base en la cantidad de asistentes que se van a recibir. Como parte de una proyección y ejecución exitosa de una producción, los meeting planners debemos considerar seriamente el tema de la escenografía.
Tomemos en cuenta que una escenografía requiere una buena idea y un diseño innovador; indudablemente, mientras más holgado sea el presupuesto, más recursos tecnológicos y estructurales se pueden integrar, consiguiendo así ambientes sorprendentes.
Es esencial que la escenografía en un evento corporativo esté alineada al concepto creativo y, por supuesto, vaya acorde con la personalidad y el perfil de la marca y de la audiencia.
Valoremos la escenografía como la portada de un libro: es lo primero que llama tu atención y todo el tiempo está presente, por lo que tiene que lograr transmitir mensajes y un look and feel acordes al producto o servicio. Es recomendable integrar el logotipo o los logotipos de las empresas o asociaciones anfitrionas del evento, ya que es una excelente oportunidad para reforzar el posicionamiento. En caso de que se tengan patrocinadores, ofrecerles presencia de marca en la escenografía puede ser un gancho atractivo para que decidan invertir recursos en tu evento.
Si visualizamos que hace veinte años los escenarios eran una pantalla con cortinas de tela a los costados, en verdad podemos afirmar que han ido evolucionando a lo largo de estas décadas, con nuevas estructuras, pinturas, tela, luz negra y materiales diversos; y hoy en día, su transformación ha sido sustancial gracias a la tecnología que ha permitido que la escenografía, más allá de una estructura, se convierta en un medio de comunicación adicional, hecho a la medida, que incluso puede ser multisensorial y ofrecer gratas y sorprendentes experiencias a los asistentes.
La estructura de la escenografía se puede armar con pantallas tradicionales o pantallas LED’s, puede tener iluminación frontal o back. Podemos jugar con diversas combinaciones sobre las pantallas, lo cual le da un ritmo interesante y cautivador al encuentro.
Yo visualizo cada escenografía como una obra de arte. Es completamente artesanal, ya que te permite posibilidades ilimitadas con base en tu creatividad. Puedes jugar con diversos elementos que hagan de cada estructura una pieza única.
Hablando de estilo, puede ser elegante, imponente, soberbia, espectacular, rústica o sencilla y minimalista; todo dependerá del concepto creativo y del presupuesto.
Sin duda, la escenografía es la parte fija -visualmente hablando- más importante de un evento, ya que está presente desde el principio hasta el final. El reto es lograr que sean innovadoras: pueden abrirse puertas o telones y así recibir a los speakers, pueden salir estructuras o pantallas del piso o del techo, pueden integrar efectos especiales (desde láser, pantallas de agua, confeti, burbujas, nieve, smoke y pirotecnia), puede ser frontal o estar al centro de un auditorio… Es increíble saber que siempre se puede crear algo nuevo que resulte altamente impactante y memorable.
Hoy en día, existen muchas escenografías que se pueden reciclar, aunque hay otros elementos que desafortunadamente no son reusables. En una ocasión estuve en un evento en Las Vegas que tenía una escenografía sensacional: una pantalla del tamaño de una cancha de futbol americano; en verdad fue algo impresionante y, obviamente, muy costoso.
Finalmente, la escenografía es uno de los elementos clave de un evento. Nos permite dar forma, orden, contenidos y sensaciones personalizadas para lograr plasmar y hacer realidad los sueños de nuestros clientes, haciendo que su marca se convierta en una verdadera estrella que cautive y enamore a su público.
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