Por Jimena Riveroll
Socia fundadora de Aeeka RP
“Qué padre, soy dueña de mi tiempo”, “No le rindo cuentas a nadie”, “Tengo empleados a mi cargo”. Esas frases son muy sonadas. Pero la realidad es que cuando tienes una empresa, todo resulta mucho más complicado. Aunque sí puedes manejar tu propio tiempo, liderar un equipo de trabajo y una empresa es una tarea que no cualquiera es capaz de hacer.
¿Qué acciones distinguen a un buen líder?
Comunicación y transparencia con los empleados
La comunicación y transparencia con el equipo de trabajo es uno de los puntos fundamentales para que una empresa sea un éxito. Como líder es importante transmitir los objetivos y la estrategia de la organización. Mientras tu equipo de trabajo tenga los objetivos claros, lograrás que tu empresa avance de manera exitosa.
Transmitir confianza y dar ejemplo
Un jefe, más que jefe, debe ser líder. Por lo mismo, no solo debe transmitir confianza, sino también dar ejemplo. Valores como la empatía, la honestidad, fomentar el trabajo en equipo y la justicia deben ser claves para conseguir el respeto de los empleados.
Para tu equipo de trabajo, tú eres el líder y, por lo tanto, eres la mayor referencia dentro de la empresa. Por ello, es vital que te conviertas en un modelo a seguir y ser una persona ejemplar en tu comportamiento y de inspiración para tus empleados.
Reconocer los esfuerzos
Es de suma importancia reconocer a tus empleados cuando tienen un buen desempeño, esto hará que se sientan mucho más valorados y sigan desarrollando una buena labor. Es importante mantener una comunicación constante y saber transmitir las cosas que se están haciendo bien, premiando y reconociendo los esfuerzos.
Fijar y cumplir los objetivos
El buen líder será capaz de fijar unos objetivos que sean ambiciosos pero realistas, es decir, metas difíciles pero que en ningún caso sean inalcanzables y puedan generar frustración.
Como jefe es importante entender que un equipo te respalda y hacerle ver a tus empleados que también tú aprendes día a día de ellos. El querer acaparar todos los méritos puede ser contraproducente y provocar un ambiente laboral negativo. Por eso mismo siempre debes buscar que los trabajadores se sientan orgullosos de la empresa a la que pertenecen.
El buen jefe es el que valora los esfuerzos realizados y reconoce los méritos del equipo cuando se consiguen los objetivos, de forma que los trabajadores se sientan partícipes de los logros de la empresa y estén preparados para los retos que se les presenten en el futuro.
Dar retroalimentación
La retroalimentación es clave para el crecimiento tanto personal como profesional de tu equipo de trabajo. Por eso mismo el jefe debe tener la capacidad de comunicarse con los empleados para buscar las soluciones adecuadas. Las críticas deben ser constructivas siempre con la idea de ayudar y que mejoren día a día.
Potenciar los talentos únicos de cada empleado
Un buen jefe debe ser capaz de reconocer y destacar los talentos únicos de las personas a su cargo y motivarlas para que puedan desarrollar todo su potencial. Aprovechar al máximo todo el talento del equipo dará una gran rentabilidad a la empresa.
Empatizar con los trabajadores
Mantener una relación cercana con el equipo sin caer en el exceso de confianza no es sencillo, por ejemplo, el no otorgar un permiso a un empleado puede sonar un poco difícil, pero es importante hacerle ver que, si bien te importa él como persona, la empresa también está por encima de cualquier problema. Es importante encontrar este equilibrio y que los empleados sientan que su superior es comprensivo y se preocupa por ellos.
Asumir y delegar responsabilidades
El jefe acostumbra a ser una persona con experiencia y un gran conocimiento de la empresa, pero debe saber qué responsabilidades delegar. De esta forma no perderá demasiado tiempo en la microgestión y podrá dedicar todos sus esfuerzos a las decisiones que realmente aportan un valor diferencial.
Además, los empleados que asumen las responsabilidades podrán desarrollar su potencial y estarán más motivados.
Hacer reuniones para hacer un balance de la situación
Las reuniones son una oportunidad para hacer un balance de la situación y trabajar conjuntamente para resolver los problemas que hayan podido surgir.
Hay que entender cada reunión como una oportunidad de mejora que puede fortalecer al equipo. Una reunión mal gestionada puede ser frustrante y emocionalmente agotadora, por lo que es clave saber cómo conseguir reuniones eficaces.
Aguas con ser un jefe que cause miedo
Hay personas que siguen pensando que la mejor forma de tratar a los empleados y conseguir su fidelidad es manteniendo la distancia y ejercer la mano dura, ya que, de lo contrario, perderán autoridad y disminuirá la eficiencia de los trabajadores. Pero la realidad es que eso no te lleva a nada.
Es importante hacerle ver a tu equipo que, aunque tienes el mayor peso y la gran responsabilidad de sacar tu empresa adelante, también es básico que se alejen del miedo y tengan la confianza de acercarse contigo para resolver sus dudas o comentarios.
Equipos mal liderados o jefes demasiado estrictos pueden generar ambientes con altos niveles de estrés, poca motivación de los trabajadores y pérdida de productividad. Ambientes tóxicos causados por un mal liderazgo pueden derivar en un incremento de gastos médicos por parte de la empresa o incluso fugas de talento.
Aprender a ser un buen líder no es fácil, pues debes saber separar tus emociones de lo laboral, así como generar confianza pero también mostrarte exigente.
Yo tengo dos años manejando equipos de trabajo. Me he equivocado, pero lo que me queda claro es que de cada error tengo un aprendizaje y algo que me ha ayudado mucho es escuchar a empresarios, emprendedores o meterme a cursos para manejo de equipo. No por ser jefe quiere decir que sé todo, por el contrario, la humildad es una característica que siempre debes aplicar para lograr que tu empresa funcione.
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