Pink Market

Por David Lask
Cofundador de Creze

Junio es el mes de la diversidad sexual, por eso quise explorar el panorama económico y comercial de las personas LGBT+ y -de paso- brindarte algunas ideas para que puedas incursionar en tan importante segmento de negocios.

LGBT+, un mercado de proporciones estatales

Me gustaría empezar dimensionando el tamaño del mercado para hacernos conscientes de todas las oportunidades que como empresarios tenemos. De acuerdo con LGBT Capital, compañía especializada en asesorar a empresas que quieran incursionar en el mercado LGBT+, si esta comunidad fuera un país, sería considerado la cuarta economía del planeta, pues su Producto Interno Bruto (PIB) sería cercano a los 4 billones de dólares por año.

Dicho indicador cobra mayor relevancia si se toma en cuenta que sólo entre el 5 y el 10 por ciento de la población mundial se considera abiertamente gay, bisexual, lesbiana o transexual, una porción pequeña en comparación con su enorme influencia social, política y económica. Otro dato sobresaliente que encontré y que ilustra muy bien el poderío de consumo de las personas LGBT+ es el monto al que asciende su riqueza patrimonial, estimada en alrededor de 18 billones de dólares.

En la actualidad, las industrias que más participan en el mercado LGBT+ son turismo, arte, moda, bebidas alcohólicas y cultura, las cuales no sólo han sido pioneras en cuanto a dirigir sus esfuerzos hacia este target, sino que también han logrado crearles nuevos productos y necesidades: venderles un estilo de vida. Otro factor a tomar en cuenta es que estos rubros son los más beneficiados gracias a la cada vez mayor aceptación de la diversidad sexual en el mundo occidental.

El escenario del Pink Market en México

César Casas, presidente de la Federación Mexicana de Empresarios LGBT, afirma que el pink market aporta cerca de 80 mil millones de dólares al PIB de nuestro país. Al igual que en el resto del mundo, las personas LGBT+ en México poseen una mayor capacidad de consumo, pues viven en esquemas familiares sin hijos -conocidos como dinks, término derivado de “Double Income, No Kids”-, suelen tener un mayor nivel de estudios y, por lo tanto, cuentan con ingresos fijos que les permiten acceder a artículos de lujo, algo más complicado para otros segmentos de la población.

De acuerdo con diferentes estudios a nivel global, por cada ley o acción política llevada a cabo en defensa de la diversidad sexual, el PIB per cápita tiende a aumentar 400 dólares. Sin duda, tanto el gobierno como las empresas mexicanas deberíamos trabajar de la mano para conquistar nuevos derechos en pro de la diversidad, pues, además de beneficios sociales, producen dividendos.

Oportunidades que las empresas deben explotar

Así, con cifras y datos tan elocuentes, cabría pensar que el mercado LGBT+ se encuentra ya afianzado y queda poco por explorar en él; sin embargo, la realidad es completamente distinta. En opinión de los emprendedores consultados por LGBT Foundation, organismo encaminado a procurar la equidad social para personas de distinta orientación sexual, el primer gran error que comete todo empresario que desea incursionar en el pink market es creer que la comunidad LGBT+ es homogénea.

El primer público al que hay que atender son los queer millennials, algo que no sólo resulta lógico por su gran tamaño poblacional y su creciente poder de compra, sino también porque poseen necesidades, valores y aspiraciones diferentes a los de otros segmentos de mayor edad.

Otra área de oportunidad que las compañías deben atender es la publicidad. De acuerdo con los expertos, una de las mayores demandas de los consumidores LGBT+ es la de engancharse emocionalmente en el producto o, en otras palabras, ver historias cercanas a ellos plasmadas en los discursos de venta.

Si se analiza la forma en que los gays o lesbianas han sido representados en la publicidad, notaremos que predominan los individuos blancos, delgados y jóvenes, modelo con el que no se identifica la gran mayoría de la población LGBT+. De modo que el llamado para los emprendedores es capitalizar esa falta de “diversidad dentro de la diversidad” conociendo mejor a sus potenciales consumidores y evitando lanzar productos que etiqueten o impongan barreras. Después de todo, lo que el colectivo LGBT+ busca en las marcas es que su preferencia sexual no sea un obstáculo para su participación dentro de la sociedad, sino un factor más para su inclusión.

Las oportunidades son tan amplias como las industrias existentes. Es así como la organización de bodas, turismo especializado, retail y muchas otras más representan una oportunidad que puede seguir creciendo en nuestro país, en el que cada vez son más los estados que se suman a iniciativas como el matrimonio igualitario -aprobado en 14 estados hasta el momento-.

En Creze buscamos apoyar a los empresarios para que lleguen cada vez más lejos y expandan sus mercados a nuevos horizontes. Para conocer más sobre nuestro financiamiento para Pymes, con aprobación ágil, apoyado por la tecnología, visita Creze.com.

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