Por Mónica Moreno
Head of market en MileniumGroup México
Vaya que ha cambiado la comunicación de las marcas hacia sus consumidoras. Y es que en los últimos cincuenta años, al mismo tiempo que se ha pugnado por una mayor igualdad entre hombres y mujeres, el marketing se ha transformado y adaptado a una nueva realidad cada vez más alejada de estereotipos, en la que la equidad es ya un elemento más constante. Y México no es la excepción.
A propósito del Día de la Mujer, que se conmemora, a nivel internacional, este 8 de marzo, diversos medios informaron y actualizaron las cifras de los avances y retrocesos de la participación de las mujeres en el ámbito laboral y social, además de que se reveló que lamentablemente la pandemia retrocedió 25 años la igualdad de género.
La equidad de género en el marketing
Sin embargo, en el ámbito del marketing, estoy convencida de que las mujeres cada vez ocupamos más espacios en puestos clave; de hecho, nuestra disciplina refleja, en muchas formas, los cambios que existen en la sociedad. Así, en todos los niveles de áreas y compañías especializadas, encuentro que hay un mayor número de colegas involucradas en equipos incluyentes y multiculturales, en los que aportan talento y compromiso, así como su visión femenina.
Además, hacernos partícipes en decisiones clave de las compañías no sólo es una cuestión de justicia ni de hacer lo correcto, también es lo más inteligente. Y es que con una mujer al frente, las marcas tienen más empatía al tratar de conectar con distintos grupos de población clave y formación de equipos.
En este sentido, Bloomberg señala que, a nivel global, el segmento femenino abarca hasta un 80% de las compras totales. Por ello, se vuelve vital para las organizaciones conectar adecuadamente con este segmento y sus subgrupos para perfilar su preferencia en el mercado y no perder oportunidades de venta. Y esto, por supuesto, es otra forma de promover la equidad.
Porque no sólo se trata de volvernos líderes en nuestro trabajo, sino también de involucrarnos en planear, diseñar y ejecutar los mensajes que transmitimos en estrategias y campañas hacia otras mujeres. Para ello, hay que entender en primer lugar que la población femenina vive un proceso de inclusión, hermandad y de impulso hacia su independencia económica y emocional que refleja en sus actuales hábitos de consumo.
Para desarrollar campañas dirigidas a las mujeres, hay que tomar en cuenta que:
● El discurso para nosotras ha cambiado frente a las motivaciones que nos mueven. Hoy, por ejemplo, los estereotipos de la mujer apegada únicamente a un rol son cada vez menos comunes.
● El consumo se relaciona más hacia la idea de la responsabilidad de una forma más consciente en la que la compra masiva ya no se promueve y sólo se busca contar con lo esencial.
● Hay que apelar al factor emocional, ya que los sentimientos son un elemento clave a la hora de hacer una compra.
● Nuestro mundo se ha vuelto más real y cotidiano y las idealizaciones por seguir e imitar patrones o conductas de figuras públicas se ha visto más limitado. Apreciamos más las historias que suceden alrededor de mujeres “de carne y hueso”.
● Buscamos lo nuevo, lo mejor, lo novedoso y nos dejamos cautivar por la innovación.
● Tenemos cada vez más roles que desempeñamos en nuestro día a día. Como madres, hijas, con o sin pareja, profesionistas, emprendedoras, etcétera. Cada perfil tiene hábitos y gustos cada vez más distintos que hay que saber identificar.
● Lo que se promociona debe, de algún modo, ayudarnos a nuestro desarrollo físico, mental o espiritual. Eso agrega un valor para generar nuestra atención y preferencia.
● Hay que buscar, donde sí corresponde, el compromiso hacia la sociedad. Para las mujeres este es un valor muy importante que nos hace saber que hacemos “algo” a favor de la ecología, la población vulnerable o el bienestar general de la población. Sin embargo, es preferible no tratar este mensaje si contradice tu marca o producto; se nota.
● Son fundamentales las conexiones personales y la credibilidad, ya que sabemos que una clienta satisfecha con una empresa atrae a otras nueve o diez.
Pero el punto más importante para garantizar el éxito en la construcción de una estrategia en marketing hecha para mujeres está en saber conocer, realmente, cuáles son las necesidades que atiende la marca. Además, en una campaña como esta, también se deben tomar en cuenta elementos como:
● Autenticidad de lo que se presenta.
● Empatía por generar sentimientos a la hora de elegir un producto.
● Calidad sobre la cantidad.
● Argumentos reales y comprobables del por qué preferir la marca.
● Fuerza e independencia del papel de la mujer en su quehacer diario.
Así, el marketing demuestra cómo ha sabido adaptarse y evolucionar, desde dentro y hacia fuera, en la forma de percibir y trabajar con el segmento femenino.
Más allá de resaltar una diferencia entre géneros y roles, es más valioso hacer conciencia del impacto que tenemos en los mensajes que mandamos; esa es nuestra forma de enriquecer el respeto e impulso de los objetivos de cada mujer.
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