nube privada

Ciudad de México.- En la actualidad, gran parte de la operación de una empresa se basa en el procesamiento de datos para desarrollar su actividad con éxito; por esta razón, cuando los sistemas de cómputo son perpetrados o la información relevante es dañada, repercute significativamente en la productividad e ingresos de las compañías al paralizar su labor diaria de manera parcial o total.

Muestra de ello es el hecho de que el 87 por ciento de las empresas mexicanas afirma que ha tenido incidentes de seguridad o filtración de la información, siendo la principal fuente ex empleados de las compañías y en menor porcentaje hackers.

De acuerdo con un estudio reciente de Intel Security, los datos que las empresas llegan a almacenar en la nube pública son: inteligencia empresarial (52%), contabilidad (52%), registros de empleados (48%) e información personal de los clientes (40%), es decir, información estratégica y sensible que se ha visto afectada por distintos atentados como datos mezclados, abuso de confianza, eliminación de datos y filtración de los mismos.

Ante este escenario, cada vez las compañías deben invertir más en tener la tecnología adecuada para actuar con inmediatez y proteger la información. Para evitar algún tipo de ciberataque, las empresas en Latinomérica están apostando por mayor inversión en una variación del cloud computing: la nube privada o corporativa. Ésta posee la misma conformación que la nube pública, pero su principal diferencia radica en seguridad, comunicación, almacenamiento, uso exclusivo para los colaboradores de TI y centros de datos interno.

Existen proveedores de soluciones de nube privada como OFI.com.mx que se encargan de la gestión total de estas plataformas, siendo una solución ideal para las empresas en:

· Seguridad: Es el beneficio más evidente ya que, al estar la nube alojada en un servidor particular, los datos aumentan entre 53 y 99 por ciento de confidencialidad. Al implementarla, se deben verificar los procesos de seguridad, un mecanismo cifrado de datos, la localización geográfica de los servidores, condiciones de restricción, así como el factor más importante: buenas prácticas por parte del factor humano.

Algunas de las buenas prácticas son: limitación de eliminación de datos por usuario, la automatización de las copias de seguridad, la vigilancia y la limitación de los accesos a los soportes (PCs, smartphones o tablets) que no son agregados por el servicio informático de la compañía.

· Mayor control: La compañía tiene el dominio total sobre la gestión en la nube, sus capacidades y datos almacenados.

· Menor desperdicio de recursos: Las herramientas de fijación de precios, medición transparente y de cobro retroactivo permiten a los administradores de TI detectar las áreas donde se pueden reducir los costos.

· Beneficio al medio ambiente: Se disminuye el consumo de electricidad al mejorar el uso de la capacidad de cómputo instalado. Para México se estima que dicho ahorro equivale a retirar 90 mil automóviles de circulación al año, de acuerdo con un estudio elaborado por IMCO.

Hoy en día, prevenir y proteger una empresa ante la perpetración de información ya no es un lujo, sino una necesidad estratégica para que ésta pueda sobrevivir en un mercado tan cambiante.

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