última milla en sector de refrigeración

Por Carlos Díaz Ojeda
General manager de DispatchTrack Latinoamérica

El 26 de junio se celebra el Día Mundial de la Refrigeración, una fecha que resalta la importancia de una industria que, aunque muchas veces opera silenciosamente, es fundamental para casi todos los aspectos de la vida moderna. Sin refrigeración no habría cadenas de suministro alimentarias seguras, hospitales funcionales, tiendas climatizadas ni procesos industriales confiables. Pero en un contexto donde la eficiencia y la puntualidad son cada vez más críticas, la refrigeración no solo debe medirse por la calidad de sus productos, sino también por la capacidad de entregarlos en tiempo y forma. Y es ahí donde entra la logística de última milla.

El mercado global de refrigeración comercial alcanzará los $60,500 millones de dólares para 2028, con un crecimiento anual compuesto (TCAC) del 5.8 % entre 2023 y 2028, según la consultora Markets and Markets. La rápida urbanización y los cambios en el estilo de vida de los consumidores han incrementado la demanda de alimentos precocinados, productos frescos y comidas preparadas. Esto, a su vez, impulsa la necesidad de soluciones de refrigeración eficientes para almacenar y transportar estos productos, lo que se espera que impulse el crecimiento del mercado en los próximos años.

Desafíos de la última milla en la transportación de equipos de refrigeración

En la industria de la refrigeración, la última milla tiene retos únicos: el volumen y peso de los equipos, la delicadeza de los componentes, la necesidad de cumplir con proyectos de instalación en obra y la urgencia de las entregas en sectores sensibles como el retail, el hospitalario o el industrial. Una falla en la entrega de un sistema de refrigeración puede significar un supermercado con pérdidas millonarias en alimentos perecederos o una planta detenida por falta de climatización adecuada. Por lo tanto, la eficiencia logística no es un valor agregado: es una necesidad crítica.

Un ejemplo reciente y revelador es el de Refrigeración Starr, empresa mexicana con más de 70 años de trayectoria y con sedes en Mérida, Querétaro y Ciudad de México. Este actor clave en la distribución de equipos de refrigeración y aire acondicionado a nivel nacional comprendió que mejorar la experiencia de entrega era indispensable para sostener su crecimiento y liderazgo.

Durante años, sus procesos de planificación de rutas y seguimiento de entregas se hacían de forma manual, lo cual implicaba ineficiencias, poca visibilidad y un margen de error que no correspondía con la calidad de los productos que manejan. Pero eso cambió con la adopción de tecnología especializada para la última milla.

Hoy, gracias a la automatización de rutas, la geolocalización en tiempo real y la generación de evidencia de entregas (como fotografías al momento de dejar el producto), la empresa ha transformado radicalmente su operación logística. El tiempo que antes se usaba para planear rutas ahora se invierte en análisis estratégico, el control de entregas es más riguroso, los reclamos se atienden con mayor rapidez y la experiencia del cliente ha mejorado significativamente.

En la práctica, esto significa que supermercados, tiendas, centros comerciales e industrias reciben sus sistemas de refrigeración exactamente como los esperan: a tiempo, en perfecto estado y con total trazabilidad. Además, se han reducido errores de entrega, optimizado los costos operativos y reforzado la seguridad del proceso, ya que los conductores ahora siguen rutas precisas y están monitoreados durante todo su trayecto.

Lo interesante de este caso no es solo el impacto puntual en una empresa, sino lo que representa como modelo para todo el sector. Tradicionalmente, la atención en refrigeración se ha enfocado en innovación de producto: eficiencia energética, reducción de emisiones, diseño de equipos inteligentes. Pero poco se ha dicho del enorme potencial que tiene la logística, especialmente la última milla, para agregar valor en esta cadena.

En un entorno donde la velocidad, la visibilidad y la confiabilidad son claves, invertir en la modernización de la entrega no solo mejora la eficiencia operativa, también fortalece la reputación de la marca y eleva los estándares del servicio al cliente. En otras palabras, una entrega puntual y bien gestionada puede ser tan importante como la eficiencia de un compresor o la durabilidad de un evaporador.

La experiencia de Refrigeración Starr con DispatchTrack demuestra que el sector está listo para evolucionar. No se trata de reemplazar la tradición por tecnología, sino de integrarla de forma estratégica para mantener la competitividad en un mercado cada vez más exigente.

Este Día Mundial de la Refrigeración es una buena ocasión para mirar más allá de los componentes técnicos y prestar atención a los procesos que permiten que esa tecnología llegue a su destino. La última milla es uno de ellos. Y como muestra este caso, también puede ser un motor de innovación y crecimiento. Porque en la refrigeración —como en cualquier otra industria esencial— el futuro también se entrega y hacerlo bien hace toda la diferencia.

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