México, D.F.- Kellogg’s presentó su nueva Kellogg’s Granola, compuesta por tres deliciosas variedades hechas a base de ingredientes naturales: amaranto, linaza y arándano; semillas de girasol, amaranto y pasas; coco, pasas y miel, que se presentan en una práctica bolsa resellable de 200 y 300 gramos.
En dos de estas variedades resalta el uso de granos ancestrales, como es el caso del amaranto, el cual fue cultivado hace siglos por los aztecas y se distingue por ser alto en proteína ya que contiene todos los aminoácidos esenciales, además de fibra y minerales como hierro y calcio, entre otros.
Beatriz Borrego, gerente de marca, declaró: «La naturaleza siempre ha sabido lo que es mejor para nosotros, por eso lanzamos Kellogg’s Granola en sus tres variedades para que todos transformemos nuestro día de manera natural».
Por su parte, Ana Laura González, nutrióloga para Kellogg Latinoamérica, destacó los beneficios de incluir granola en el desayuno: «Un desayuno basado en granos ofrece una mejor manera de iniciar el día. La granola puede incorporarse fácilmente en nuestro desayuno o como un snack para brindarnos energía y transformar nuestro día».
En el marco del lanzamiento de este nuevo producto, Kellogg’s reconoció la labor de su aliado social México Tierra de Amaranto A.C., organización no lucrativa que desde hace diez años se dedica a mejorar la nutrición, la salud y la condición de vida de varias comunidades del centro del país a través del amaranto.
Como parte de la difusión de esta nueva línea de granolas, la marca invitó a Linda Cherem, chef del Museo Tamayo; José Alfredo Silva, director creativo de Trista; y Rodrigo Noriega, ingeniero y director creativo de Dimitri, a un viaje en el que tuvieron la oportunidad de descubrir cómo el amaranto ha cambiado la vida de familias enteras y conocer la labor que existe detrás de este grano ancestral. A partir de esta experiencia, cada uno creó una pieza representativa inspirada en el amaranto y las granolas de Kellogg’s, que fueron presentadas en el evento: Linda deleitó los paladares con algunos postres, José Alfredo confeccionó un vestido en el que destacó el color púrpura -color de la flor de amaranto- y Rodrigo construyó una mesa y otros accesorios de madera.
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Riquísimos los cereales, crujientes y de sabor muy agradable.