data y consumer experience

Por Fernando Treviño
Fundador y CEO de Mescalina

Con el auge de la digitalización, la cuantificación en tiempo real de cada acción que genera el consumidor alrededor de las marcas y sus productos ha hecho que la generación de datos se desborde. Hoy tenemos más información de la que nos podemos imaginar. Esto abre un nuevo espectro de competitividad entre las marcas donde no importa qué tan longevas son, sino cómo desarrollan esta conciencia al interior de sus organizaciones.

La digitalización también ha maximizado las posibilidades de lo global y lo local. Los usuarios habitan posibilidades de consumo y conectividad que se encuentran a cualquier distancia de ellos. Al acortar la brecha del espacio, se abren aún más las posibilidades de negocio y se agudiza la competencia.

La oportunidad por acaparar la atención del usuario hoy no tiene lugar ni horario, como dice el título de la película “Everything everywhere all at once”. La transformación de las empresas hoy es proporcional a su capacidad para ser flexibles y adaptarse. Los cambios en el entorno son ágiles y para hacer frente a ellos debemos optimizar nuestras acciones de manera continua con iteraciones efectivas al interior de nuestra organización.

La data ayuda a los negocios a crear experiencias personalizadas para el consumidor

Los datos son la brújula que nos guía a la toma de decisiones objetivas y enfocadas. Esto abre varios retos y evidencia obstáculos dentro de las empresas: ¿Qué tanta información tienen? ¿Cómo logran analizarla para obtener recomendaciones
concretas? ¿Cómo logran integrarla a sus planes? No es un trabajo fácil y no sólo es responsabilidad de un equipo, sino de la organización completa.

La ciencia de datos aporta la metodología necesaria para responder a todas esas y más preguntas, no sólo por la recopilación de información, sino por la predicción y modelado de comportamientos, el entendimiento del journey y la personalización de experiencias. Conforme las experiencias que generamos son más adecuadas a cada clúster de consumidor, aumentamos la efectividad de nuestra operación, incrementamos la retención de clientes, aceleramos el ciclo de ventas y optimizamos inversiones.

El aprendizaje constante es una oportunidad para tomar decisiones únicas. Nos da la agilidad para replantear e innovar las experiencias de nuestro cliente y generar eficiencias en tiempo real.

En esta ecuación de los datos y la personalización, la velocidad con la que respondamos a las oportunidades será vital. La satisfacción del cliente repercutirá en la reputación de nuestro negocio y definirá nuestros atributos internos y externos.

Internamente nos dará cualidades enfocadas en objetivos, optimizaciones y decisiones inteligentes, mientras que hacia fuera nos dará credibilidad, congruencia, cercanía y diferenciación.

Si tu visión de negocio y tus estrategias se definen en torno a la unilateralidad, la intuición y los intrínsecos de tu producto, es momento de virar. En un entorno comercial altamente competitivo y en constante cambio, el uso de datos y el diseño de experiencias personalizadas se ha vuelto esencial para el éxito sostenible de las organizaciones.

La frase “El producto es el rey” ha resurgido para coronar con laureles la experiencia de marca, una experiencia que le habla al oído al usuario a través de lo que siente, cree y necesita.

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