Por Claudio Kandel
Director de DiSí Operaciones
Tienes la idea, el talento, un plan de negocio, un capital para empezar y toda la pasión por emprender… debería ser suficiente para tener éxito, ¿verdad?
En un mundo ideal, sí. En el mundo real, no suele ser suficiente.
Si bien todos estos elementos son la base para arrancar cualquier emprendimiento, los retos a los que te enfrentas como emprendedor son bastantes, especialmente durante el primer año. Reconozcámoslo: la competencia es feroz y el entorno económico está en constante cambio, por lo que es vital contar con una adecuada planeación estratégica, no sólo para ser exitosos, sino para permanecer en el mercado a largo plazo.
Y como la senda del emprendimiento es un camino que ya he tenido la oportunidad de recorrer, he aquí los puntos que considero clave para tener éxito (y no perecer en el intento):
1. Define claramente tu visión y misión
Un emprendedor exitoso sabe hacia dónde se dirige y cuál es el propósito de su empresa. Recuerda que la visión representa la imagen del futuro deseado, mientras que la misión establece la razón de ser de la empresa y sus valores fundamentales. Al tener esto claro, habrás establecido una brújula que guiará las decisiones y acciones de tu empresa, lo que, a su vez, facilitará que el resto del equipo se alinee hacia un objetivo común.
2. Objetivos SMART
La planeación estratégica requiere establecer objetivos claros y alcanzables. Para ello, conviene utilizar el enfoque SMART: específicos, medibles, alcanzables, relevantes y limitados en el tiempo. Al establecer metas bien definidas, podrás orientar esfuerzos y recursos de manera efectiva, evitando la dispersión y maximizando los resultados. Asimismo, es importante establecer indicadores clave de desempeño (KPIs) para ir midiendo cómo se cumplen estos objetivos y sobre eso realizar ajustes cuando sea necesario.
3. Plan de acción detallado
Una vez que tengas listos los objetivos, hay que planear cómo implementarlos. Date tiempo para elaborar un plan de acción detallado para alcanzarlos. Sé estratégico y contempla todos los recursos que necesitarás (personal, herramientas digitales, capacitación, etc.) y establece los plazos correspondientes. A continuación, asigna responsabilidades claras a todos los miembros del equipo y define un sistema de seguimiento y control para evaluar los avances.
4. Ten un sano flujo de efectivo
El flujo de efectivo con el que cuentes es precisamente eso: un flujo que marcará el pulso y la vida de tu negocio y que, de igual manera, hará que tu cadena avance o se detenga. Velo de esta manera: si no tienes liquidez, no podrás pagar a tus proveedores y empleados, la producción se estancará y no tendrás manera de cumplir con tus clientes.
Para este tiempo de retos es vital que cuentes con un respaldo financiero, como el factoraje, el cual básicamente consiste en vender las facturas a una institución financiera para obtener efectivo de forma inmediata y no poner en riesgo la continuidad de la operación en tu empresa.
5. Optimiza la gestión de tu Pyme
Todo emprendedor exitoso estará de acuerdo en algo: tenemos sólo un determinado número de horas en el día, por lo que administrar eficazmente nuestro tiempo es una disciplina que debemos interiorizar. Aquí la palabra mágica es automatizar y el cómo es a través de la transformación digital.
La transformación digital se ha convertido en aliada de las Pymes, en tareas de gestión comercial, de procesos y de clientes, así como en la toma de decisiones. Mi consejo es que te informes y asesores correctamente sobre las herramientas que mejor se adaptan a tus necesidades, capacidades y presupuesto, además de que estas implementaciones puedan ser escalables conforme el negocio vaya creciendo y armar una ruta de cómo ocurrirá dicha transformación. Algunos ejemplos son: almacenamiento en la nube, aplicaciones para la gestión de proyectos, administradores de pagos, comunicación entre equipos y herramientas de gestión de la relación con el cliente (CRM).
Por último, recuerda que es importante que toda planeación sea flexible. Estar consciente de que será inevitable hacer ajustes y replantear aspectos durante el proceso te ahorrará desilusiones y te preparará para ser capaz de afrontar cualquier imprevisto, ya que habrás desarrollado el músculo necesario para adaptarte a los cambios y convertirlos en oportunidades.
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