Ciudad y México.- El planeta ha centrado su atención en el Covid-19; las industrias, profesiones y gobiernos buscan alternativas para frenar su expansión, encontrar tratamientos eficaces y cuidar a los pacientes. Este contexto ha puesto de relieve la frágil capacidad de reacción de la mayoría de las naciones en el mundo.

Al respecto, Jordi Blasi, diseñador industrial y director de la Maestría en Diseño de Producto de la Escuela Superior de Diseño de Barcelona (ESDESIGN), explicó que “esta es una crisis sobrevenida que hace estragos en la población y que ha evidenciado las carencias de un modelo social, económico e industrial que se ha visto obligado a hacer una llamada a la solidaridad para la fabricación doméstica de material sanitario para combatir el virus. Una llamada a la que están respondiendo nuevos modelos de gestión y organización para el diseño de soluciones de emergencia”.

Soluciones creativas para enfrentar el Covid-19

Lo anterior se puede ejemplificar con la falta de máscaras o tapabocas destinados al cuidado del personal sanitario, problema que se ha podido resolver encontrando aliados en propuestas de diseños según la materia prima y el proceso de fabricación disponible en cada situación. Es así como distintas iniciativas de diseños open source se están compartiendo entre la comunidad maker para que todo aquel que disponga de una impresora 3D la ponga a trabajar.

Asimismo, desde el del sector textil se han propuesto alternativas para elaborar batas y mascarillas y, en el caso específico de Barcelona, el Sindicato Popular de Vendedores Ambulantes ha convertido su tienda en un taller de costura para proveer a los hospitales.

En México, la empresa Tecnodimensión está ultimando la entrega de varias estructuras hinchables que albergarán hospitales de campaña en distintas ciudades del país, las cuales han sido fabricadas en tejidos de alta resistencia y materiales ignífugos capaces de resistir ráfagas de viento de hasta 100 km/hora. Estas estructuras, que funcionan gracias a la presión del aire insertado entre las membranas de su estructura, actúan como si fueran una bolsa y mediante filtros garantizan las condiciones higiénicas necesarias de un quirófano convencional.

De igual manera, estudiantes de la Universidad de Monterrey crearon un sistema de asistencia respiratoria automático para ayudar a paliar la crisis generada por la escasez de ventiladores automáticos en México.

El colapso de las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) y la falta de respiradores para asistir a los pacientes se están convirtiendo en dos de los mayores problemas. Ante esto, a partir del uso de máscaras para practicar snorkel, ingenieros y diseñadores están proponiendo soluciones temporales que, aunque sin las necesarias homologaciones, podrían servir en casos de emergencia como alternativa provisional. En Lombardía, por ejemplo, el doctor Renato Favero, del hospital de Gardone Valtrompia, y los estudiantes de ingeniería Filippo Schianchi y Nicolò Bortone plantearon la posibilidad de fabricar por impresión 3D una válvula que se adapta a la máscara de snorkel y que, mediante el suministro de oxígeno a presión, hincha los pulmones del paciente. Estas máscaras han inspirado la creación de otros modelos.

El confinamiento y la paralización de gran parte de la industria ha llevado a la reorientación de las cadenas de producción de empresas de diversos sectores. Transformaciones que tal vez dejará el Covid-19 en las industrias. Allí vale la pena resaltar el caso de la empresa catalana Puig que, siguiendo el modelo anunciado hace unos días por el grupo LVMH, ha ofrecido al gobierno sus líneas de producción para la fabricación de soluciones hidroalcohólicas e higienizantes.

En cuanto a materiales, según un estudio publicado por The New England Journal of Medicine, el coronavirus permanece activo durante menos horas en superficies porosas como el papel o el cartón, entre 3 y 24 horas, mientras que en otras superficies como el vidrio, plástico o acero inoxidable (menos porosas) podría permanecer hasta 72 horas.

El sector salud debería ser parte de las prioridades para innovar por parte de la industria del diseño

Durante las últimas semanas se han visto muchos ejercicios en los que el diseño ha planteado respuestas de emergencia para el sector salud, que se ha visto totalmente colapsado, en gran medida, por la falta de inversiones que ahora serán necesarias si se desea que algunas de estas primeras respuestas de emergencia lleguen a articularse en forma de productos bien diseñados.

La crisis también ha servido para descubrir que algunas soluciones que habían funcionado relativamente bien hasta ahora como, por ejemplo, la interacción de muchos mecanismos a través de las manos, deberán replantearse en forma de nuevas soluciones que se adapten a una realidad post-Covid-19. El diseño, como la naturaleza, evoluciona para adaptarse al entorno y muchos productos ‘mutarán’ para encontrar soluciones más adecuadas a las nuevas necesidades que surjan.

Para concluir, Blasi expresó que se han dado respuestas de emergencia para la crisis, pero que obliga en un futuro próximo a plantear nuevos modelos sanitarios, económicos y sociales como el que se planteó Barcelona en 1860 con el plan Cerdà: un plan urbano que nació para dar respuesta a los problemas de hacinamiento de la antigua ciudad entre murallas, que obligaba a confinar en cuarentenas a la población para poder hacer frente a las epidemias que periódicamente acechaban a la ciudad.

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