Por Mónica Moreno
Head of market de MileniumGroup México
La creatividad no surge de forma mágica, existen factores que la estimulan y también muchos otros que la inhiben. Por ello, es muy importante saber cómo activarla, especialmente cuando nos enfrentamos a un proyecto desafiante o buscamos adaptarnos al cambiante entorno laboral.
De acuerdo con el informe El futuro de los trabajos, publicado en 2020 por el Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés), la creatividad, la originalidad, la innovación y la capacidad de resolver problemas complejos son parte de las diez habilidades profesionales más relevantes para 2025.
Técnicas para estimular la creatividad
Ante este panorama, resulta necesario conocer algunas vías para impulsar las ideas creativas. A lo largo de los años, especialistas han desarrollado diversas técnicas para este fin. Por ejemplo, el escritor y psicólogo Edward De Bono creó los “seis sombreros para pensar”, un proceso que permite abordar un problema o situación a través de seis formas distintas: desde la objetividad (sombrero blanco), las emociones (rojo), los aspectos negativos (negro), el optimismo (amarillo), las ideas nuevas (verde) y la organización (azul).
De acuerdo con De Bono, asignar un “sombrero” a los integrantes de un equipo de trabajo servirá para que cada uno piense y diga cosas que de otra manera no se atrevería. En sus palabras, se trata de establecer reglas al juego de pensar.
Otras técnicas mucho más visuales para estimular el pensamiento creativo son el storyboarding o los mapas mentales. El objetivo es explicar un problema y posibles soluciones mediante representaciones gráficas como imágenes, citas textuales y figuras para organizar la información.
También es posible recurrir al brainstorming o brainwriting, ejercicios en los que cada participante aporta desde su visión, experiencia personal y marco cultural, lo que enriquece la conversación. En sesiones de este tipo, las ideas van y vienen, es decir, cambian, rebotan y se complementan hasta obtener exactamente lo que un proyecto requiere.
Durante este intercambio, es indispensable vencer los prejuicios y el miedo. En ocasiones, las mejores ideas son las que, en un principio, parecían “locas” o fuera de lugar.
Para despertar la creatividad, también se pueden utilizar analogías, es decir, establecer conexiones entre situaciones o cosas sin aparente relación para crear nuevos conceptos. O también está el método SCAMPER, que consiste en enriquecer una estrategia o proyecto con las siguientes premisas: sustituir, combinar, adaptar, modificar, poner en otro uso, eliminar y reordenar.
Bienestar y entorno también son importantes para estimular la creatividad
Además de conocer y explorar dichas técnicas, es importante tomar conciencia sobre la necesidad de sentirse bien física y mentalmente para generar ideas creativas. Procurar este bienestar será clave para el éxito en el trabajo.
El descanso y esparcimiento son fundamentales para impulsar la imaginación. Una persona saturada, agotada o preocupada difícilmente producirá ideas innovadoras o detectará errores. Por eso, es recomendable y necesario tener ciertas pausas para descansar y despejar la mente.
También es relevante contar con un espacio que inspire. En un sitio cómodo e iluminado, y sin distractores, la creatividad fluirá de mejor manera. Y hay que considerar que, a veces, las mejores ideas no surgen frente a una hoja en blanco en la computadora, sino al leer un libro, ver una película o platicar con un amigo.
Estos son sólo algunos consejos para estimular la creatividad en tiempos difíciles. Seguro que hay muchos más y cada persona los adaptará a las necesidades de su trabajo diario. Lo importante es atreverse a explorar otros caminos, pues probablemente al innovar en la forma habrá buenos resultados en el fondo del proceso creativo.
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